El lenguaje inclusivo se mete en las aulas argentinas para hablar de les plebeyes y les esclaves
31/10/2018 - 19:26:38
Actualidad.- En el Instituto Provincial de Ense�anza Media (Ipem) 10 de la provincia argentina de C�rdoba, una clase de historia llam� particularmente la atenci�n. El profesor Germ�n L�pez decidi� ense�ar la Antigua Roma con lenguaje inclusivo. Fue as� que en el pizarr�n escribi� "les romanes" y con una pir�mide explic� las distintas clases que exist�an en esa sociedad: "les patricies", "les plebeyes" y "les esclaves".
Seg�n se�al� el periodista Mat�as Calder�n, del diario La Voz, que presenci� la clase, una de las primeras reacciones de sus alumnos fue asombro. "Vamos, profe, escriba bien", le dijeron. Sin embargo, el docente continu� y luego aclar�: "Nada obliga a usar el lenguaje inclusivo, pero es una forma de nombrar a todos".
"Tiene todo un sentido esto detr�s, que es tratar de incorporar a la mayor cantidad de sujetos", enfatiz� L�pez y record� que en Roma "no hab�a solamente patricios, tambi�n hab�a patricias. No hab�a solamente esclavos, tambi�n hab�a esclavas".
Lo que no se nombra no existe
Con el auge del movimiento feminista en los �ltimos a�os muchas cosas han sido puestas en cuesti�n, entre ellas el lenguaje. Es as� como en las redes sociales y medios de comunicaci�n se han dado intensos debates al respecto.
�Les Romanes�: un profesor ense�a Historia con lenguaje inclusivo y la directora se lo permite. Esto pasa en el Instituto Provincial de Ense�anza Media 10 Roma de C�rdoba. Si mis hijos fuesen a esa escuela LOS DEMANDO. pic.twitter.com/2abThY04wO� Mercedes Mansilla (@aloMecha) 30 de octubre de 2018
La doctora en Letras de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cient�ficas y T�cnicas (Conicet), Victoria Garc�a, explic� que el llamado lenguaje inclusivo es "un conjunto de pr�cticas" que se utilizan para "poner en evidencia en el discurso un cuestionamiento al uso del g�nero masculino como neutro o universal". Desde su punto de vista, se trata de "una manifestaci�n ling��stica de los privilegios masculinos que son constitutivos de la sociedad patriarcal".
En di�logo con este medio, Garc�a coincidi� en que el feminismo ha sido el dinamizador de esta transformaci�n. "El proceso de radicalizaci�n del movimiento ha llevado a la incorporaci�n de modalidades de lenguaje con perspectiva de g�nero que van m�s all� del binarismo masculino/femenino, como la "@", la "x" o la "e"", sostuvo. Y subray� que esta �ltima, adem�s, "se introduce en la oralidad ��mbito fundamental de la comunicaci�n pol�tica� y hasta interviene sobre la estructura morfol�gica de la lengua". Es ese "atrevimiento" el que ha suscitado "una reacci�n conservadora tan virulenta".
Si bien el debate se ha extendido tanto que ha llegado a la Real Academia Espa�ola (RAE), esta instituci�n �tomada en casi todo el mundo como referencia para el uso correcto del castellano� ha rechazado de momento estos planteos. De hecho, ante consultas a su cuenta de Twitter por la utilizaci�n del "todos y todas" ha respondido que "es innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa funci�n" y lo mismo sostiene su p�gina web.
Hombres: el lenguaje inclusivo es una gilipollez
Alguien hacia un grupo mayoritario de mujeres: vosotras
Garc�a disiente con esta posici�n e incluso le da una vuelta de tuerca. "Prefiero llamarlo "lenguaje feminista" o "con perspectiva de g�nero" porque creo que lo m�s potente de ese cuestionamiento no tiene que ver con "incluir" en una sociedad, que se da por sentado, sino con transformar todas las estructuras desiguales de la sociedad capitalista y patriarcal", asegur�.
En el mismo sentido, discute con los planteos que "tienden a encorsetarlo en un gu�as o manuales de uso". "Hay all� un riesgo de actuar en espejo con las posiciones normativistas y cerradas que criticamos en la RAE", complet�. Finalmente, destac� que quienes impulsan este tipo de cambios son al mismo tiempo las personas que participan "activamente, de distintos modos, en el movimiento feminista". "Por lo tanto, las cr�ticas que sostienen que el uso de este lenguaje implica minimizar la apuesta por cambiar la realidad resultan infundadas", concluy�.
