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La otra cara del éxodo venezolano: Cómo hace un país para subsistir sin profesionales




16/03/2019 - 09:33:37
Infobae.- El apag�n sin precedentes que el jueves 7 dej� sin electricidad a buena parte del territorio nacional expuso como pocos eventos la profundidad del colapso venezolano. No se podr�a explicar lo que pas� sin un avanzado deterioro de la infraestructura b�sica, que mengu� la capacidad de generaci�n el�ctrica y afect� sensiblemente a las redes de distribuci�n. Pero tampoco se podr�a entender la impotencia de las respuestas estatales sin considerar la dr�stica p�rdida de recursos humanos.

La Facultad de Ingenier�a de la Universidad Central de Venezuela concluy� en un informe publicado el martes que el corte se produjo por un incendio que afect� a tres l�neas de transmisi�n en la central hidroel�ctrica de Guri, la m�s importante del pa�s.

Al� Brice�o, secretario ejecutivo de la Federaci�n de Trabajadores de la Industria El�ctrica de Venezuela, aport� un dato clave para comprender por qu� un incidente que podr�a haber sido atendido en unas cuantas horas, a�n no fue plenamente resuelto. "Las personas que tienen la capacidad y el conocimiento t�cnico ya no est�n con nosotros", le dijo a El Nacional.

Seg�n el gremialista, emigr� en busca de mejores condiciones de vida el 48% de los empleados de la Corporaci�n El�ctrica Nacional (Corpoelec), la firma p�blica creada en 2007 tras la estatizaci�n del servicio. "De 50.000 que hab�a se fueron 24.000, de los cuales 14.700 eran ingenieros especialistas y t�cnicos. Esa mano de obra no la vamos a recuperar".

Ya son m�s de 3.4 millones los venezolanos que dejaron el pa�s en los �ltimos a�os, de acuerdo a la Organizaci�n Internacional para las Migraciones. Esa cifra monumental, casi sin precedentes en la regi�n, es un s�ntoma de la gravedad de la crisis econ�mica, pol�tica y social de Venezuela, que se volvi� un lugar casi inhabitable para gran parte de la poblaci�n. Cada nueva ola de emigrantes profundiza el deterioro de las principales estructuras del pa�s, porque se van los que pueden, que suelen ser los m�s calificados.

Las consecuencias del vaciamiento de profesionales se sienten con fuerza en todos los rincones de la econom�a, del aparato estatal y de los servicios p�blicos. Pero hay tres �reas en las que esta sangr�a peg� especialmente fuerte por su magnitud y por su importancia estrat�gica: la generaci�n el�ctrica, que qued� muy en evidencia en estos d�as; la industria petrolera, decisiva para entender el derrumbe econ�mico; y la salud, que est� en el centro de la crisis humanitaria.

Un "apag�n" profesional

"Te�ricamente, hay una capacidad instalada de generaci�n el�ctrica superior a 34.000 megawatts (MW), pero en la actualidad s�lo est�n disponibles menos de 18.000 MW, con un d�ficit permanente superior a los 2.000 MW, aun cuando las empresas de Guayana y la mayor parte del parque industrial est�n paralizados. Esto era as� antes del percance que ocurri� el 7 de marzo", cont� a Infobae el ingeniero civil Jes�s G�mez Medina, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), reconocido por su vasta experiencia en el mundo de la energ�a hidroel�ctrica.

Los problemas del pa�s con la electricidad empezaron hace mucho tiempo. El primer hito fue la crisis energ�tica de 2010. El desencadenante fue una sequ�a que hizo descender a niveles cr�ticos el agua de la represa de Guri, fuente del 70% de la electricidad a nivel nacional.

Pero el incidente expuso los graves problemas de gesti�n que comenzaron en 2007 con la estatizaci�n del sector dispuesta por Hugo Ch�vez. Los apagones se volvieron en adelante cada vez m�s frecuentes.

"Desde la toma del poder, Ch�vez se propuso tener el control total del sistema el�ctrico. Para ello, comenz� con una sustituci�n progresiva del personal directivo y ejecutivo formado a lo largo de varias generaciones, por militares y militantes del PSUV", afirm� G�mez Medina. "El personal t�cnico capacitado ha ido abandonando la empresa y ha emigrado a pa�ses vecinos, donde reciben salarios acordes con su experiencia y conocimiento, y no un sueldo que no excede los diez d�lares al mes. Los que a�n trabajan en Corpoelec est�n desmotivados, sin incentivos y muy politizados. No tienen herramientas, equipos ni elementos de seguridad para sus labores diarias".

Priorizar el gasto social y pol�tico por sobre la inversi�n en infraestructura explica una parte del agotamiento del sistema. La otra parte es la falta de mantenimiento. En ese punto es donde m�s se sinti� la creciente escasez de personal capacitado.

"El mantenimiento no es una fortaleza de la cultura militar, aparte de que en Venezuela es m�s f�cil conseguir financiamiento para nuevas instalaciones que para comprar repuestos", dijo a Infobae el ingeniero electricista C�sar Quintini Rosales, ex encargado de la Presidencia en la Compa��a An�nima de Administraci�n y Fomento El�ctrico (Cadafe).

"Buena parte de los jubilados de las empresas el�ctricas se manten�an como consultores y contratistas, apoyando de esa manera a los m�s j�venes que los reemplazaban. Cuando las condiciones de trabajo desmejoraron significativamente a partir de 2004, esos veteranos se fueron al exterior, fundamentalmente a Colombia, Ecuador, Per� y Centroam�rica, as� como a Chile, Estados Unidos y Argentina".

El vaciamiento t�cnico de la industria petrolera

"PDVSA fue creada como una empresa estatal de derecho privado, por lo que el gobierno no interfer�a en sus operaciones. Esto explica parte de su �xito desde su creaci�n en 1975 hasta 1998. Adem�s de ser una firma estatal de clase mundial, la expansi�n sostenida de su capacidad en m�s del 50% en la �ltima d�cada del siglo pasado fue apoyada por la apertura a la inversi�n privada", sostuvo Natan Lederman, profesor de econom�a de la Universidad Metropolitana, consultado por Infobae.

De producir 3 millones de barriles de petr�leo por d�a, PDVSA cay� a solo 1 tras 20 a�os de gobiernos bolivarianos. Las exportaciones, que entre 1990 y 1998 pasaron de 1,2 a 2,3 millones de barriles, se derrumbaron a 900.000 en febrero de este a�o.

"La historia de �xito del sector petrolero venezolano lleg� a un fin repentino con la toma de posesi�n de Ch�vez en febrero de 1999 �continu� Lederman�. Esto se observa en una serie de hechos: el nombramiento de gerentes y expertos t�cnicos sobre la base de alianzas pol�ticas en lugar de los m�ritos profesionales, la desviaci�n de los recursos de la empresa a actividades gubernamentales no relacionadas con el petr�leo y, lo m�s importante, mayor distribuci�n discrecional de los ingresos al gobierno, a expensas de la inversi�n".

El caso de PDVSA muestra de forma extrema algo que se vio tambi�n en el sector el�ctrico y en la salud: el destierro de profesionales fue resultado de un doble movimiento. Primero, se dio por una decisi�n pol�tica de Ch�vez, que sospech� siempre de los cuadros t�cnicos, y se propuso desplazarlos de todos los sectores estrat�gicos, para poner a militantes que le asegurasen lealtad. La segunda etapa, la del desmadre definitivo, se produjo por el deterioro de las condiciones de vida, que caus� un �xodo.

"PDVSA hered� de las empresas transnacionales estatizadas en 1976 las pol�ticas de manejo del personal, que son las de cualquier firma globalizada. Era rigurosa en la selecci�n de los empleados, los somet�a a escaleras de ascenso a partir de una serie de requisitos, premiando los logros en la gesti�n, y se preocupaba por el mejoramiento permanente. Para la Revoluci�n Bolivariana esas pr�cticas eran un anatema. Lo que plantearon es que los funcionarios ten�an que ser leales, sin importar su competencia. La aplicaci�n de esos enfoques ha destruido la capacidad que ten�a esa industria para mantenerse viva y pujante", dijo a Infobae el ingeniero Arnoldo Jos� Gabaldon, ex ministro de Ambiente e individuo de n�mero de la Academia de Ciencias F�sicas, Matem�ticas y Naturales.

Al comienzo de su gobierno, Ch�vez entr� en una confrontaci�n directa con la alta gerencia de la petrolera, que resist�a sus intromisiones. El conflicto fue escalando con la convocatoria a una serie de paros petroleros impulsados por Fedec�maras y por parte de los trabajadores de la empresa. Tras el fallido golpe de Estado de abril de 2002, que fue apoyado por los huelguistas, el teniente coronel decidi� ir a fondo.

"La primera migraci�n masiva en PDVSA se dio en 2002, cuando fueron desincorporados cerca de 22.000 funcionarios �dijo Gabaldon�. Eran cerca de la mitad de la empresa, pero cualitativamente pesaban mucho m�s, porque eran los de mayor experiencia. Eso destruy� el capital humano y fue un golpe del que no ha podido recuperarse".

La crisis se profundiz� con la llegada de Nicol�s Maduro a la presidencia, que le entreg� la compa��a como bot�n a los militares en 2017. Puso al frente al mayor general Manuel Quevedo, sin ninguna experiencia en nada parecido al petr�leo. A la vez, el desastre socioecon�mico termin� de ahuyentar a los pocos cuadros calificados que quedaban.

La salud, en emergencia

Alejandro R�squez, director m�dico del Centro de Vacunaci�n de Venezuela en Caracas y profesor de la Facultad de Medicina de la UCV, hizo una descripci�n desoladora del estado de la salud p�blica venezolana. "La mortalidad infantil se increment� un 35% entre 2015 y 2016, y sigue en aumento sin control �dijo a Infobae�. La mortalidad materna creci� hasta un 75%, superando con creces la tasa de 1990. Las enfermedades no transmisibles como c�ncer, diabetes y reumatismos, y las hematol�gicas, no reciben los tratamientos adecuados. No hay medicamentos en los hospitales, ni en las farmacias p�blicas ni en las privadas. Si se consiguen, es a precios muy superiores de los que puede pagar la mayor�a de los usuarios. Las afecciones renales terminales o en proceso de tratamiento con di�lisis reciben un tratamiento muy precario y transitorio, y los trasplantes han sido pr�cticamente eliminados".

El regreso de enfermedades infecciosas que estaban erradicadas desde hac�a mucho tiempo es la evidencia m�s contundente del derrumbe del sistema sanitario. El caso de la malaria es el m�s impactante. Venezuela, que fue uno de los primeros pa�ses de la regi�n en controlarla, padece hoy una epidemia distribuida en todo el territorio y exportada a las naciones lim�trofes.

"El deterioro comenz� en 2004, cuando se decidi� traer a los m�dicos cubanos, contraviniendo la Ley Nacional del Ejercicio de la Medicina. Se construy� un sistema de salud paralelo llamado Barrio Adentro para la supuesta atenci�n de los m�s despose�dos, pero velando una intervenci�n doctrinaria para ganarse el favor de esas poblaciones a trav�s de la salud", afirm� R�squez.

Tambi�n en el �mbito sanitario se percibe que la erosi�n de las capas profesionales comenz� como parte de un proyecto pol�tico. Se puede entender que un pa�s devastado como Hait� pida la colaboraci�n de las controversiales misiones cubanas, pero nunca pareci� justificado �al menos no en t�rminos estrictamente m�dicos� que lo hiciera una naci�n de ingreso medio como Venezuela.

"Dentro de los programas de cooperaci�n con Cuba, en 2007 comenz� por decisi�n deliberada del gobierno la formaci�n paralela de recursos humanos sanitarios por fuera de las normas del Consejo Nacional de Universidades. Se graduaron unos 34.000 m�dicos integrales comunitarios, con conocimientos rudimentarios, insuficientes, que satisfacen apenas una de siete competencias b�sicas. Han requerido cursos de nivelaci�n que no alcanzan para suplir el vac�o de la gran cantidad de m�dicos que se van", explic� el m�dico internista Jos� F�lix Oletta, ex ministro de Salud y profesor de la Facultad de Medicina de la UCV, en di�logo con Infobae.

Lo que empez� como el desplazamiento de profesionales para priorizar a funcionarios cubanos, que ofrec�an otro tipo de servicios, se fue transformando en una huida generalizada al exterior cuando el hambre pas� a ser una realidad entre personas de formaci�n universitaria.

"No menos de 24.000 m�dicos han emigrado en los �ltimos cinco a�os �continu� Oletta�. Entre ellos, personas altamente calificadas, especialistas que no hab�a en otros pa�ses. Pero es un fen�meno que no se limita a los doctores. Abarca a nutricionistas, enfermeras, expertos en laboratorio, bioanalistas, y todas las dem�s profesiones ligadas a la salud. Esto tuvo un impacto muy importante sobre la calidad de los servicios. Es algo in�dito, porque ten�amos uno de los sistema de formaci�n de recursos humanos m�s importantes. Hab�a m�s de 450 posgrados cl�nicos en las distintas universidades".

La estampida no tiene l�mites. Porque m�s all� de los profesionales consolidados que se fueron, hay que tener en cuenta todos los j�venes con potencial y vocaci�n m�dica que, en vez de entrar a trabajar a los hospitales, se van del pa�s en busca de un futuro posible.

"Estamos viendo la deserci�n de los reci�n graduados, que no esperan ni siquiera el acto de grado ni hacen el a�o de internado rotatorio. Simplemente se van. De esa generaci�n de relevo, m�s del 80% est� migrando. Hace 30 a�os era al rev�s, cuando hac�amos evaluaciones de las expectativas de los estudiantes, el 85% quer�a seguir trabajando en Venezuela, porque hab�a condiciones dignas de trabajo, estaba la posibilidad de perfeccionarse y hab�a otros beneficios. Ahora un m�dico interno de hospital p�blico escasamente alcanza un sueldo de seis d�lares mensuales", describi� quien fuera ministro de Salud entre 1997 y 1999.

No obstante, en medio del derrumbe, a�n hay personas que, pudiendo irse a otros pa�ses sin mayores dificultades por las calificaciones que tienen, eligen seguir adelante, cumpliendo su misi�n. S�lo por ellos la tragedia humanitaria no es a�n peor. "A pesar de todo, el sistema de salud sigue en pie gracias a la voluntad de los m�dicos que nos hemos quedado en Venezuela. No vamos a abandonar a nuestros pacientes, por m�s dif�cil que sea", concluy� Oletta.

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