Toasó: Me culpé porque no tenía opción, no hay justicia en Bolivia
15/04/2019 - 07:54:04
P�gina Siete.- �Me inculp� porque no ten�a otra salida, no hay justicia en Bolivia. Fue la �nica manera de salir de ese sistema degenerado y aunque acept� la culpa, mi moral est� intacta, por eso no me callo�, dice El�d Toas� en comunicaci�n con P�gina Siete desde Budapest, donde radica despu�s de haber cumplido sentencia por �alzamiento armado contra la seguridad y soberan�a del Estado�.
Eso de �querer lavar el nombre� no es obstinaci�n, es convicci�n para El�d. Y aunque sali� del pa�s al admitir que cometi� el delito, dice que eso en realidad no pas�. Afirma que todos saben que si se declar� culpable fue por desesperaci�n.
En Budapest, su ciudad natal, ha retomado su trabajo como profesor y realizador de audiovisuales e intenta rehacer su vida. No es un hombre nuevo, es un hombre libre. Tiene 38 a�os y es uno de los dos sobrevivientes del sangriento episodio del Hotel Las Am�ricas. Vivi� para contarlo y hoy, adem�s, vive para denunciarlo.
�Lejos de ser un terrorista�
El�d lleg� a Bolivia el 8 de noviembre del a�o 2008 en plenos estruendos autonomistas de la regi�n oriental del pa�s. Ten�a 28 a�os, ganas de ver el mundo y la sensaci�n de inmortalidad que da la juventud. Ya era inform�tico de profesi�n, se dedicaba a desarrollar p�ginas web y a crear gr�ficas para documentales. Eso hac�a cuando recibi� la invitaci�n que le cambiar�a la vida.
Eduardo R�zsa-Flores, a quien hab�a conocido en Hungr�a en 2003, le propuso venir a Bolivia para rodar la pel�cula Guerra Sucia. Esta promesa laboral cinematogr�fica qued� constatada en un borrador de contrato que El�d firm� con R�zsa en enero de 2009; tres meses antes del operativo del Hotel Las Am�ricas. Tres meses antes de �la pesadilla que dur� cinco a�os y 10 meses�.
Toas� es, adem�s de inform�tico, profesor de escuela. Daba clases en Hungr�a antes de venir a Bolivia y ha retomado esta actividad, que considera �su verdadera pasi�n�. Paralelamente, volvi� a la universidad y actualmente contin�a capacit�ndose en manejo de sistemas. Tuvo, adem�s, a su retorno una breve incursi�n en la televisi�n, en la que present� un documental de 15 partes sobre h�ngaros en otros pa�ses.
El 23 de marzo de 2009 en La Paz, en un viaje de protecci�n consular, el embajador de Hungr�a en Argentina, Matyas J�zsa, dijo luego de visitar a Toas� en San Pedro que su compatriota estaba �lejos de ser un terrorista� y que por el contrario era s�lo �un joven de 29 a�os que cometi� errores� al no saber �en qu� iba a participar�.
Toas� no s�lo niega haber sido terrorista, niega tambi�n haber tenido motivaciones pol�ticas. �Yo ni sab�a qui�n era el presidente de Bolivia cuando llegu�. No soy pol�tico. Nunca lo he sido�.
El diario de El�d Toas�
El 16 de abril de 2009 es una fecha que se ha vuelto estigma en el recuerdo de Toas�. La madrugada de aquel jueves, la Polic�a mat� a tres personas y detuvo a otras dos en un violento operativo efectuado en el Hotel Las Am�ricas, donde supuestamente estaba �la c�lula terrorista que pretend�a matar a Evo Morales y separar a la patria en dos�, seg�n la denuncia del Ejecutivo.
Los fallecidos fueron �rp�d Magyarosi (h�ngaro-rumano), Eduardo R�zsa-Flores (h�ngaro-boliviano) y Michael Martin Dwyer (irland�s).
Los que quedaron El�d Toas� (h�ngaro) y Mario T�dic Astorga (croata-boliviano).
Respecto a este episodio, Toas� declar� en Bolivia y lo reitera desde afuera: �Michael Martin Dwyer no fue ejecutado en el hotel junto a los dos primeros, sino que fue asesinado en el aeropuerto y luego fue llevado su cuerpo a la escena del crimen�.
Gentileza El�d Toas�
Toas� y T�dic fueron aprehendidos y enviados al penal de San Pedro de La Paz, no sin antes inaugurar lo que califican como un �calvario carcelario� con torturas, amenazas e insultos.
�Me detuvieron de manera ilegal y arbitraria. Estuve sin abogado y sin poder comunicarme. Me pusieron armas en la cabeza con intenci�n de ejecutarme. No me dieron alimentos. No ten�a ropa. Hay instancias internacionales de Derechos Humanos, como Naciones Unidas, que ya han corroborado los atropellos que sufr�, dice Toas� con pesar pero con firmeza desde Budapest.
El�d estuvo con detenci�n �preventiva� 2.179 d�as, o lo que es lo mismo cinco a�os, 11 meses y 17 d�as. Sobrepas� en demas�a el tiempo legal de detenci�n preventiva seg�n las leyes bolivianas. Durante todo ese tiempo registr� cada d�a todo lo que ocurr�a a su alrededor en una libreta que fue publicada en 2012 bajo el t�tulo de El diario de El�dT��s�.
Durante los casi seis a�os que El�d estuvo aprehendido, asisti� a cientos de audiencias en las que reiteraba y reiteraba que era inocente, que no era terrorista, que no vino a matar a Morales, que lo del hotel fue una ejecuci�n y no un enfrentamiento. Cuenta que repet�a y repet�a sus declaraciones sin conseguir que sus palabras hallen ning�n eco.
Finalmente, hastiado, acept� que todo aquello no lo llevar�a a ning�n lugar, salvo la muerte o el olvido. As� que �les dio lo que le ped�an�, cambi� su declaraci�n y acept� eso de lo que se lo acusaba. Sali� en libertad a finales de febrero del a�o 2015.
�Lo hice porque no hab�a otra salida, no hay justicia en Bolivia -explica ahora desde su pa�s- fue la �nica manera de salir de ese sistema degenerado y aunque acept� la culpa, mi moral est� intacta, por eso no me callo. Por eso sigo y seguir� denunciando hasta que se sepa la verdad de las ilegalidades y abusos que ocurrieron en Bolivia�.
El 20 de febrero del a�o 2015, el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz conden� a El�d Toas� y a MarioT�dic a cumplir cinco a�os y 10 meses de prisi�n, tiempo que ya hab�a sido cubierto por cada uno en su detenci�n �preventiva�. Ambos salieron de la c�rcel de San Pedro casi dos semanas despu�s de la sentencia y al mes estaban fuera del pa�s, en Hungr�a y Croacia, respectivamente.
El amor y la tragedia
Durante su estad�a en la prisi�n pace�a, El�d tuvo un atisbo de alegr�a cuando conoci� a quien ser�a su esposa, Mar�a Elena Fort�n.
Pace�a de nacimiento, Mar�a Elena perteneci� a la familia Fort�n Taborga. Su padre fue Guillermo Fort�n, fundador de ADN, diputado, senador y ministro durante el segundo gobierno de Banzer (1997-2002).
El a�o 2009, Guillermo Fort�n anunci� la posibilidad de ser candidato a la Alcald�a de La Paz y esto activ� procesos judiciales en su contra, espec�ficamente uno por supuesta malversaci�n de 2,5 millones de d�lares de gastos reservados de la �poca en que fue ministro de Gobierno.
Fort�n intent� fugarse por Per� con su hija Ximena, pero fueron detenidos en Lima en septiembre de 2010 cuando pretend�an abordar un vuelo hacia Buenos Aires. Fueron reenviados a Bolivia.
Guillermo Fort�n permaneci� recluido en la c�rcel de San Pedro sin sentencia hasta septiembre de 2012, cuando falleci� por problemas cardiacos. Nunca pudo aclarar las denuncias en su contra, s�lo alcanz� a declarar que �era v�ctima de persecuci�n del gobierno de Morales�.
Mar�a Elena visitaba a su padre incansablemente en la c�rcel. Fue en esas circunstancias que conoci� al �h�ngaro acusado de terrorismo�. Ambos entablaron amistad favorecidos por poder comunicarse en ingl�s y muy pronto empezaron un romance.
Mar�a Elena y El�d se casaron en noviembre del a�o 2012 en el penal de San Pedro despu�s de dos a�os de noviazgo. La c�rcel que se empe�aba en matar a Toas� un poco cada d�a fue testigo de aquel acto de libertad: la consolidaci�n de un matrimonio joven con aspiraciones a ser un hogar.
El final de esta historia de amor fue pronto y tr�gico. Mar�a Elena falleci� cuando estaba embarazada el 22 de julio de 2015 en una cl�nica pace�a producto de una grave infecci�n.
El�d ya estaba entonces en Hungr�a y aguardaba el encuentro con su familia boliviana que nunca se consolid�. Recuerda que recibi� la fatal noticia mediante una llamada telef�nica desde La Paz.
La demanda ante la CIDH
En un caj�n del escritorio de El�d en su casa en Hungr�a est� su visa para viajar a Washington en cualquier momento. Los h�ngaros no necesitan visa para ingresar a Estados Unidos pero a Toas� le pesa sobre los hombros la �fama de terrorista� con la que tiene que lidiar.
Por eso se asegur� de garantizar la posibilidad del viaje. Cualquier d�a podr�a necesitar presentarse personalmente ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que ya ha ingresado la denuncia contra el Gobierno boliviano por violaciones a la integridad personal, garant�as judiciales y otros cr�menes de lesa humanidad.
La petici�n ante la comisi�n fue presentada en nombre de Michael Dwyer, El�d Toas�, Mario T�dic, Alcides Mendoza y Juan Carlos Guedes por la violaci�n de nueve derechos humanos reconocidos por el Pacto de San Jos�. Entre ellos, integridad personal, libertad personal, garant�as judiciales y protecci�n de la honra y la dignidad.
El�d no desiste. Sigue gastando dinero, tiempo y esfuerzo. Cuenta que se re�ne habitualmente con Mario T�dic para preparar las pruebas y reunir todos los documentos necesarios para la denuncia. �Es un objetivo de vida buscar justicia�, dice.
Paralelamente, est� escribiendo un segundo libro sobre el caso que ser� publicado pr�ximamente. Y pesar de que el ministro Romero declar� que el caso R�zsa �es un tema ya resuelto por la justicia boliviana�, El�d afirma categ�ricamente que la justicia a�n no se ha asomado a la verdad de los hechos de 2009.
Asegura que no escatimar� esfuerzos para demostrar que lo que pas� en Bolivia fueron �violaciones a derechos humanos, donde mataron sin pena a varias personas para usarlas pol�ticamente�.