- #Especiales
- 2024-11-24
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DW.- Un equipo de científicos rusos celebra el hallazgo único de la momia de un gatito dientes de sable encontrado en Yakutia, al noreste de Rusia, en una zona donde el hielo del permafrost ayudó a mantener su buen estado de conservación, según se detalla en un estudio publicado recientemente por la revista Scientific Reports.
Los investigadores de la Academia de Ciencias de Yakutia informan que este felino prehistórico tenía unas tres semanas de vida cuando falleció hace unos 32.000 años. Asimismo, es tan pequeño, que sus restos caben en la palma de una sola mano.
Desvela el "secreto de la naturaleza"
A diferencia de otros ejemplares desenterrados, por ejemplo en Texas (EE. UU.), este cachorro conserva su pelaje marrón oscuro: "En ningún otro lugar se ha encontrado -un ejemplar- en tan buen estado de conservación", afirma Aisen Klimovsky, coautor de la investigación.
"Este es el primer hallazgo que mostrará al mundo cómo lucían realmente. Desvela el gran secreto de la naturaleza, por así decirlo", declaró Klimovsky, del Departamento de Estudio de la Fauna Mamut del instituto de Yakutsk, la capital regional.
El cambio climático y hallazgos de restos animales
Hace cuatro años, los investigadores estaban buscando colmillos de mamut cerca del río Badyarikha cuando se toparon con el gatito.
Yakutia, también conocida como Sajá, es la república más grande de Rusia. Es una vasta región de pantanos y bosques más grande que Argentina, alrededor del 95% de la cual está cubierta de permafrost.
El aumento de la temperatura global provocado por el cambio climático está derritiendo gran parte del permafrost ruso, dejando al descubierto restos de animales y otros vestigios antiguos.
Una "auténtica sensación"
A principios de este año, los científicos del instituto de Yakutsk pudieron estudiar el cadáver de un lobo de 44.000 años sacado de la tundra derretida.
El cachorro pertenece al género homotherium, que vivió en Norteamérica, Eurasia y África desde hace unos 4 millones de años hasta hace 12.000 años. Cuando crecían, tenían el tamaño de un león y eran conocidos por sus incisivos superiores dentados.
Otro coautor del estudio, el científico Albert Protopopov, jefe del departamento de Fauna de Mamuts, declaró que el descubrimiento es "una aténtica sensación" y que el ejemplar sería una gran ayuda para los paleontólogos de todo el mundo.