La OEA no existe para conflictos sudamericanos con Insulsa a la cabeza

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CHILE
Tras la convocación de los jefes de Estado y miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para buscar soluciones a la crisis de Bolivia, el senador UDI Hernán Larraín, aseguró en conversación con Agencia ORBE que la Organización de Estados Americanos, OEA, “no existe para conflictos sudamericanos" desde que José Miguel Insulza ocupa la Secretaría General de dicho organismo.

"Hay que tener respeto para que organismos como la OEA tengan vigencia. Nos jugamos como país para que (José Miguel) Insulza fuese elegido secretario general, y ahora que lo es, resulta que la OEA no existe para los conflictos sudamericanos", expresó el ex timonel UDI.

Asimismo, indicó que la reunión de la Unasur en Santiago, “significaría el test de la blancura para que nos expliquen para qué sirve", agregando que se debe definir “si acaso seremos el eco de caudillos fracasados que quieren imponer sus gobiernos en otros países o vamos a crear Estados de derechos democráticos que busquen la justicia social".

En este sentido el aliancista explicó que su sector no otorgará el apoyo para financiar la Unasur, cuyo acuerdo se llevará a cabo durante esta semana en el Congreso, en caso de que la convocatoria “sirva como brazo político para quienes quieran imponerse como Hugo Chávez".

"La Unasur está ahora en el Senado y yo quiero decir que vamos a aprobar el financiamiento para la Unasur si es que se mantienen los principios que la justifican, pero la vamos a rechazar si se pone a interferir en la vía interna de los pueblos o para exportar modelos revolucionarios fracasados de caudillos de segunda categoría, para eso no estamos disponibles", señaló.

Finalmente, Larraín afirmó que “lo más importante es oír a los opositores de Evo Morales” en la “reunión de emergencia” encabezada por la mandataria Michelle Bachelet, presidenta “pro témpore” del bloque subregional, para conocer las dos posturas y “prevenir un golpe de Estado” en Bolivia.

TRES INTERROGANTES

Tres interrogantes planteó el Senador Sergio Romero respecto del llamado, realizado por la Presidenta de la República, para convocar a una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, en Chile. A juicio del integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado “la primera pregunta es conocer si la cita debiera ser de competencia de la OEA, luego saber cuál es el objetivo de la reunión, y la tercera reflexión es si los antecedentes ameritan una reunión de Presidentes de América del Sur”.

Para el ex presidente del Senado, el órgano competente, para conocer posibles infracciones al principio democrático es la OEA, luego que en la reunión de Viña del Mar (Chile) sostenida en los años 90 se elevara la existencia de un régimen democrático como condición indispensable para participar de este foro internacional. Por otra parte, Romero fue claro en mencionar que la OEA, por sus estatutos, debiera tener su propia competencia en una materia en la que, efectivamente, los principios que se están planteando, puedan estar siendo alterados. “De allí que nos sorprenda que el Secretario General de la OEA, en vez de reclamar la jurisdicción del organismo, anuncie que se unirá a la cumbre, lo que, sin duda, confirma que sigue sin hacer la pega y anda repartiendo currículo”.

El senador de Renovación Nacional, señaló su preocupación que un órgano en formación, como es UNASUR, el cual formalmente todavía no nace, pues el documento constitutivo no ha sido ratificado por los países miembros, se avoque a temas que escapa de su competencia. Según el ex Presidente del Senado, “pareciera ser que se recurrió a UNASUR para excluir a otros países que hoy conforman la OEA”.

Romero indicó que el objetivo de la reunión no puede ser otro que “hacer un llamado al diálogo entre las autoridades bolivianas nacionales y departamentales y pedir a las partes en conflicto realizar los más importantes esfuerzos para que cese la violencia y se imponga la paz en el país”, señaló.  ”Obviamente, todos esperamos sean resueltas con el espíritu de concordia de quienes participan en ese conflicto; sin embargo, el que un grupo de mandatarios se reúna, para pronunciarse sobre un tema de política interna y en donde no hay un acuerdo entre el gobierno y la oposición de esa nación, es otro tema”.