Diálogo manchado por abusos y chantajes

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Un diálogo que busca la pacificación del país, está rodeado por los grupos de choque del MAS y la presión criminal del un gobierno terrorista que sigue las órdenes del dictador venezolano Hugo Chávez.

Lamentablemente todo esto se desarrolla frente a los impasibles ojos de los así llamados observadores internacionales. Estos han demostrado que “los que se parecen se juntan” y están en este diálogo para legalizar los abusos de Evo Morales.

El triunfador Evo habla hipócritamente de la Paz, pero ordena a sus campesinos, mineros y ponchos rojos continuar con el cerco y marchar sobre Santa Cruz. Su ministro asesino de Rada, acaba de declarar que “los prefectos son los perdedores y que llegó el momento de ajustar las cuentas”. Hay que ser idiota para no ver lo que pasa y esto incluye a los amigos internacionales de EVO.

La encarcelación del prefecto de Pando por un Juez masista, que postula a ser Fiscal General de la República, hace ver lo poco que se puede confiar en estos jueces, que pasaron de la justicia comunitaria a un estatuto legal que no entienden. Que vergüenza ver a un juez que después de mencionar varios artículos del código penal, no podía encontrar las páginas y los textos para leerlos. Leopoldo miraba con tristeza hasta donde llegó el odio y la prepotencia de los que vendieron el país a Chávez.

Apoyando el crimen oficial contra gente indefensa, grupos del MAS cometieron atropellos contra casas y autos de la zona de Seguencoma, porque en este barrio está localizada la academia nacional de policía, y pensaron que Leopoldo Fernández estaba arrestado en esta repartición. El odio ha reemplazado la sangre en las venas de estos criminales que andan sueltos y son apoyados por los ángeles de la muerte del gobierno.

Ni bien empezó el dialogo, un soberbio presidente puso el chantaje encima de la mesa, indicando que ofrece aceptar las autonomías contra la aceptación de su ilegal propuesta de Constitución hecha entre gallos y media noche por sus iletrados constituyentes.

Estaba hablando de paz, cuando todos los presentes escuchaban los gritos salvajes y explosiones de cachorros de dinamita en los alrededores. Evo prometió en Unasur y lo demostró imponiendo un ambiente de terror, ratificando de esta manera, que sigue siendo cocalero e instigador de masacres en su carrera terrorista.

Los pseudos demócratas de Unasur, son testigos del terrorismo estatal que trata de imponer el amigo Indio de Chávez, que es un alienado mental sediento de sangre e infectado por el virus del odio y del rencor. Hugo Chávez acaba de ser condenado por la Asociación Internacional de los Derechos Humanos, pero este prepotente terrorista indígena, llamado Evo Morales y aspirante al premio Nobel,  parece que todavía no vale la pena tomarlo en cuenta.

Finalmente Santa Cruz inaugura su ExpoFeria, amenazada por un cerco campesino y manchado por la vergüenza de haber sacrificado a un prefecto amigo a favor de sus grandes negocios y sus hermosas azafatas.