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La interpelación es hoy un aval de impunidad




20/04/2015 - 07:28:04
EL DIA.- En los 35 a�os de democracia la labor fiscalizadora de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), v�a el recurso de la interpelaci�n, como instituci�n pol�tica en el control y cuestionamiento a los ministros del Poder Ejecutivo en la administraci�n del Estado y la cosa p�blica, es pr�cticamente incipiente, improductiva y/o hasta nula, confiesan los propios pol�ticos y sustentan los analistas.

"La labor parlamentaria se ha devaluado por completo como instrumento de fiscalizaci�n, a partir del control absoluto que tiene el partido de gobierno con los dos tercios en el hoy llamado Asamblea Legislativa Plurinacional. Su labor se ha anulado por completo al extremo de convertirse en una correa de transmisi�n de las decisiones e intereses del Poder Ejecutivo", define el investigador Henry Oporto.

Para muestra un bot�n, dicen otros entendidos, ocurri� el pasado 13 de marzo cuando la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, luego de siete horas de interpelaci�n por las denuncias develadas por la Contralor�a General del Estado, por un supuesto da�o econ�mico al Estado es de Bs 71 millones en 153 proyectos fantasmas del Fondo Ind�gena, sali� con voto de confianza, gracias a la mayor�a oficialista sustentada en los 2/3 de representaci�n parlamentaria que posee y frente a una d�bil oposici�n carente de vitalidad intelectual.

"En t�rminos te�ricos, la interpelaci�n es para incidir en la modificaci�n de las pol�ticas y acciones que realiza un ministerio. Es decir, est� orientada no a la destituci�n de una autoridad ministerial. Pero el Ejecutivo ha entendido la interpelaci�n como un acto de destituci�n y por ello se ven en acciones de encubrimiento de irregularidades de la ministra o el ministro", catalog� V�ctor Hugo C�rdenas, ex vicepresidente de Bolivia.

En contexto hist�rico. A menos de la emblem�tica intervenci�n parlamentaria que la historia reciente recuerde, aquella protagonizada por Marcelo Quiroga Santa Cruz en los a�os "60 en contra del gobierno de Ren� Barrientos Ortu�o y otro a inicios de los "80 con la acusaci�n de Juicio de Responsabilidades contra Hugo Banzer Su�rez y su dictadura presidencial de ocho a�os de la d�cada del "70 del siglo pasado, pocos son los momentos que evoquen una buena gesti�n parlamentaria de fiscalizaci�n. "No nos olvidemos que Quiroga Santa Cruz, con apenas cinco diputados logr� que el Parlamento apruebe un juicio de responsabilidades contra el general Banzer", record� Pa�l Antonio Coca, analista pol�tico.

Dicha funci�n fiscalizadora del Poder Legislativo en t�rminos de pedir cuentas al Poder Ejecutivo en los �ltimos a�os, hoy no solo que se ha deteriorado, sino que se ha reducido en un �aval de impunidad�, remarca Jorge Land�var, exparlamentario, hoy analista pol�tico.

"Hay que reconocer que el parlamento ha perdido su raz�n de ser, porque se convierte, no en un fiscalizador de las acciones del ejecutivo, sino en un avalador de lo que sugiere, ordena y quiere el ejecutivo. Hoy el parlamentario act�a por consigna pol�tica, velando por el partido de gobierno, convirti�ndose en un facilitador y avalador de lo que hace el Gobierno", remarc� Land�var.

Sin embargo, Oporto recuerda que a lo largo de los a�os del proceso democr�tico, hubo hitos de buena labor parlamentaria, cuya tarea deriv� en su momento en situaciones de cambio y transformaci�n de los momentos pol�ticos en proceso democr�tico.

En ese contexto, la historia reciente refleja hechos interpelatorios de parlamentarios como Edmundo Salazar, tras los hechos del 5 de septiembre de 1986 donde fue asesinado en la serran�a de Caparuch (Santa Cruz), en una f�brica de coca�na conocida como �Huanchaca�, el cient�fico Noel Kempff Mercado. Cuya labor interpelatoria cuestion� la tarea encubridora del entonces ministro del Interior, Fernando Barthelemy, del gobierno de V�ctor Paz Estenssoro, que m�s tarde acab� en la misteriosa muerte del diputado Salazar.

Otro de los ac�pites de labor fiscalizadora se registr� en el gobierno posterior a Jaime Paz Zamora en 1993 con el caso de los narcov�nculos, entre otros aspectos.

En ese contexto, seg�n Coca, la capacidad de los actuales parlamentarios en t�rminos de visi�n y compromiso con el pa�s est� en entredicho. Recuerda que no solo es interpelar, sino incorporar argumentos y pruebas para demostrar la calidad genuina de un proceso de fiscalizaci�n. "El parlamento boliviano en los �ltimos a�os responde a consignas pol�ticas como lo hace el oficialismo con sus dos tercios; la oposici�n con su un tercio tampoco hace prevalecer su presencia. En anteriores periodos hab�a parlamentarios de una capacidad cuestionadora bien fundamentada", se�al�.

Por su parte, Jorge Lazarte, analista pol�tico, puntualiz� que la labor parlamentaria es d�bil por una falta de trabajo colectivo y sentido del deber de los partidos de la oposici�n y una situaci�n a�n m�s cr�tica de parte del partido oficialista. "La "oposici�n", en lugar de fiscalizar las irregularidades y los defectos que se producen en el Gobierno, ha demostrado que no tienen la suficiente capacidad para sostener y fundamentar las denuncias", se�al�.

Cambios pero sin mejora. A diferencia de la anterior Constituci�n Pol�tica del Estado y el Reglamento Interno que ordena la actividad parlamentaria, cuando un hecho interpelatorio podr�a generarse por cada una las dos c�maras legislativas de manera individual (Diputados y Senadores), mientras hoy solo se viabiliza a trav�s de la ALP en sesi�n de Congreso. "Hoy solo la Asamblea Legislativa en su conjunto puede solicitar una interpelaci�n. Lo cual es una ventaja para el Gobierno", precis� �scar Ortiz, senador por Dem�crata Social.

Por su parte, Land�var argument� que en la modalidad de las anteriores legislaturas la interpelaci�n al derivar en una censura implicaba impl�citamente la destituci�n del cargo de un ministro o una ministra, aunque muchos gobiernos no necesariamente los cumpl�an. "Antes una censura implicaba el alejamiento del cargo. Si bien en algunos casos no se cumpl�a pero hab�a una cierta obligaci�n para modificar las acciones y las medidas gubernamentales", asegur�.

Sin embargo, C�rdenas se�al� que en el pasado el desempe�o de la labor interpelatoria �tampoco era una maravilla�, por lo que desestim� que una censura haya significado directamente una remoci�n de la autoridad de su cargo. Adem�s, record� que la funci�n fiscalizadora actualmente padece de una �escasa cultura democr�tica�. "Nos referimos al no respeto de las normas. Eso ha sucedido antes y ahora se ha agravado en este largo proceso del Gobierno actual. El reglamento de debates de ambas c�maras son pisoteados por la mayor�a oficialista, distorsionando sus prop�sitos genuinos. Pero la oposici�n tambi�n utiliza dicho acto de fiscalizaci�n para poner piedras en el camino. todo eso deriva en una falta de cultura democr�tica", se�al� C�rdenas.

Desaf�os. Seg�n Coca Su�rez, a los protagonistas de la actual ALP, elegidos por voto del pueblo, solo les queda cambiar de actitud a menos de ajustes del reglamento interno del parlamentario. "Los parlamentarios deben tomar en serio su labor y compromiso de fiscalizaci�n", precis�.

http://eldia.com.bo/index.php?c=&articulo=La-interpelacion-es-hoy-un-aval-de-impunidad&cat=150&pla=3&id_articulo=169959

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