Searpi evidencia 21 puntos vulnerables en el cordón
29/04/2017 - 07:59:12
EL DEBER.- Un estudio del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularizaci�n del R�o Pira� (Searpi) revela que en los �ltimos 30 a�os el Parque Ecol�gico Metropolitano Pira� o cord�n ecol�gico -que nace en El Torno y va hasta Montero- ha perdido un 23% de su masa arb�rea y, asimismo, ha identificado 21 puntos de ocupaci�n vulnerables a inundaciones, que est�n invadiendo el bosque de protecci�n.
El caso m�s evidente de esta conclusi�n del Searpi es lo que pasa con el barrio Ambrosio Villarroel, que en 20 a�os duplic� su extensi�n dentro de un �rea protegida del r�o Pira�.
El Informe T�cnico Legal Parque Ecol�gico Metropolitano muestra que el �rea boscosa del cord�n ecol�gico en 1986 era de 13.208 hect�reas, lo que se redujo a 10.229 en 2016, lo que significa una afectaci�n de 2.979 ha (23%). Todo esto a lo largo de las 30.222 hect�reas que abarcan el parque, en el El Torno, La Guardia, Porongo, Santa Cruz de la Sierra, Warnes y Montero.
�Son �reas desforestadas producto del �avasallamiento� y afectaciones en la servidumbre ecol�gica, es decir, dentro de los 100 metros de la margen del r�o protegidos por la ley forestal; y en el bosque de protecci�n, vale decir, dentro de los 1.000 metros de las riberas protegidas por la ley del Plus�, precis� el director del Searpi, Luis Aguilera.
El informe del Searpi detalla que entre las �reas deforestadas hay 21 sectores de ocupaci�n, que invaden los 1.000 metros de protecci�n y son puntos de vulnerabilidad por el riesgo de inundaci�n.
En El Torno se han identificado siete puntos y corresponden a las urbanizaciones Santa Martha 1, Santa Martha 2, Santa Rita, barrio Los Tajibos y Bibosi, y a los sectores San Luis, Limoncito y Jorochito; en La Guardia son vulnerables, Nueva Esperanza, La Fuente, zona de km 9. Asimismo, en Porongo se identific� al sector de la urbanizaci�n Urub�; en Santa Cruz de la Sierra, al barrio Ambrosio Villarroel y el final de la av. Busch; en Warnes, la urb. Terracor 1, 2 y 3, a la urb. Valle S�nchez, al sector R�o Selva y a la urb. Paitit�; y en Montero, al sector 25 de Enero, Monte Verde, urb. Nuevo Amanecer y urb. Montecruz.
�El estudio demuestra que son sectores con riesgo de inundaci�n, por lo que remitimos los informes a las autoridades competentes, en este caso a los municipios, para que tomen acciones�, dijo Aguilera.
Seg�n Aguilera, los diques y defensivos construidos por el Searpi, y reforzados a partir de 2006, son una barrera contra inundaciones, pero el riesgo est� latente al considerar que las lluvias son cada vez m�s intensas y provocan crecidas extraordinarias del Pira�.
�Si hacemos un an�lisis, hasta el 2005 las lluvias estaban en un rango de 80 a 100 mil�metros y actualmente llegan a los 200 mil�metros. Asimismo, por ejemplo, la crecida de 2015 super�, en volumen, al caudal de la riada de 1983 y super� la tasa de retorno del caudal de los �ltimos 100 a�os�, precis� Aguilera.
Efectos
El Searpi advierte que la deforestaci�n del bosque de protecci�n tiene sus efectos sobre el r�o, pues provoca un aumento de la sedimentaci�n, que a su vez causa un aumento de su lecho y una disminuci�n de las riberas. Esto incrementa el riesgo de desborde, fuerza un cambio en el curso del r�o y forma nuevos meandros y curvas. �No adelanta hacer inversiones si continuamos depredando el bosque de protecci�n�, dice Aguilera.
Los panelistas que participaron del foro, que el organiz� El DEBER el jueves, coincidieron en que una de las principales amenazas para el gran pulm�n verde es la desforestaci�n a trav�s de los asentamientos y de otras actividades.
La representante de la Plataforma por el Medioambiente y la Vida, Sandra Quiroga, hizo notar que el bosque est� menos verde que hace 15 a�os y advirti� de que una ley que abra la posibilidad de construir puentes y de hacer obras de dominio p�blico en la zona puede representar su destrucci�n total.
El presidente de la Brigada, Henrry Cabrera, reconoci� que una de las debilidades ha sido la falta de un manejo integral del cord�n, que ha dado lugar a la deforestaci�n y a las construcciones ilegales.
El director del Searpi coincide en que una ley que d� luz verde a obras de dominio p�blico significar�a la muerte de este pulm�n verde.
