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- 2025-12-19
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Lo que debía ser un período de "luna de miel" para la nueva administración de Rodrigo Paz se ha transformado en un escenario de confrontación abierta. A menos de 30 días de haber jurado al cargo, el mandatario enfrenta un asedio sistemático de diversos sectores sociales que, según analistas y fuentes cercanas al Ejecutivo, buscan asfixiar la gestión antes de que logre consolidarse.
El sector minero lidera la ofensiva
La Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), un sector históricamente determinante en la caída de gobiernos, ha pasado de la alerta a la acción directa. Su secretario ejecutivo, Andrés Paye, fue contundente tras un ampliado de emergencia:
"Se ha declarado huelga general indefinida y movilizada hasta la renuncia del Gobierno y todo el aparato gubernamental. No permitiremos que se gobierne de espaldas al pueblo."
Los detonantes: El Decreto 5503 y la economía
El eje del conflicto gira en torno al Decreto Supremo 5503 y una serie de medidas económicas recientes. Según los sindicatos, estas normas son "excluyentes" y benefician únicamente a grupos empresariales y sectores aliados al oficialismo, ignorando la crisis inflacionaria que golpea al trabajador de a pie.
Puntos clave de la movilización:
Huelga Indefinida: Cese de actividades en los principales distritos mineros del país.
Bloqueo de Carreteras: Amenaza de aislar las ciudades principales, afectando el abastecimiento de alimentos y combustibles.
Presión en la COB: La FSTMB llevará esta postura extrema al ampliado de la Central Obrera Boliviana (COB), buscando un paro nacional unificado.
Un frente de oposición múltiple
Informaciones de medios locales y redes de monitoreo social indican que los mineros no están solos en este intento de frenar al Gobierno. La narrativa de "no dejar gobernar" se alimenta de otros frentes:
Sectores del Transporte: Reportan malestar por la escasez de divisas y el encarecimiento de repuestos, sumándose a las amenazas de movilización.
Fracciones Legislativas: En la Asamblea Legislativa, la falta de una mayoría sólida para el partido de Paz ha bloqueado el nombramiento de autoridades clave, paralizando el aparato estatal.
Movimientos Regionales: Comités cívicos de departamentos opositores ya han comenzado a cuestionar la legitimidad de las primeras medidas económicas, generando un "ruido" político que impide la estabilidad mínima para gobernar.
El análisis: ¿Ingobernabilidad planificada?
Analistas políticos sugieren que Bolivia atraviesa un fenómeno de "veto social preventivo". Los sectores en conflicto no están esperando a ver los resultados de las políticas de Paz; están utilizando la movilización para forzar una salida prematura o una rendición política que anule la agenda del presidente.
A solo un mes de gestión, el Palacio Quemado se encuentra rodeado de demandas que van más allá de lo laboral, apuntando directamente a la sucesión presidencial, lo que pone en duda la viabilidad democrática del periodo actual si no se logra un pacto social inmediato.