Líder de revuelta en Perú estaría en Bolivia

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PERÚ
El gobierno peruano aseveró hoy que el dirigente indígena Alberto Pizango, quien lideró una revuelta popular en la región amazónica que dejó un saldo de 31 muertos, 22 de ellos policías, huyó del país, presumiblemente a Bolivia.

La ministra del Interior (Seguridad), Mercedes Cabanillas, aseguró que las congresistas del Partido Nacionalista Peruano Janeth Cajahuanca y Juana Huancahuari ayudaron a escapar al dirigente que lideró la revuelta del pasado viernes.

Cabanillas solicitó al presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén, que investigue a las legisladoras por ayudar a pasar a la clandestinidad a un dirigente que, según ella, exacerbó los ánimos y al que, por lo menos, le esperarían 35 años de cárcel.

Señaló que ambas congresistas deben ser investigadas y procesadas por el delito de encubrimiento real por ayudar a Pizango a evadir la justicia, tras la muerte de nueve nativos y 22 policías.

Pizango habría escapado hacia Bolivia, país que lo acogería, vía asilo político, según dejó entrever la funcionaria, quien dijo que buscarán que el también presidente de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) sea sancionado.

Refirió que la División de Inteligencia de la Policía Nacional realizó un seguimiento permanente respecto a la ubicación de Pizango, a quien el último sábado se le perdió el rastro, horas después de los duros acontecimientos.

La violencia en Bagua se desató 55 días después de que los nativos iniciaran bloqueos y protestas en rechazo a una ley forestal que, según ellos, les quitaría la propiedad sobre unos 15 millones de hectáreas de tierras.

Los nativos rechazan, además, la presencia de empresas transnacionales de hidrocarburos porque consideran que contaminan su medioambiente y les restringe posibilidades de sobrevivencia.

Durante las protestas del pasado viernes, los nativos incendiaron varios locales públicos y dispararon contra los agentes del orden a 11 de los cuales les arrebataron sus fusiles AKM, que ya fueron recuperados por la policía.

Varios policías fueron maniatados y posteriormente degollados, en un hecho que fue calificado de salvaje por el presidente de la República, Alan García Pérez, quien dijo que existe la intención de desestabilizar al país.

El gobernante dijo en la víspera que hay una conspiración en marcha en contra de su gobierno, con financiamiento internacional, cuyo origen no precisó.

La ministra Cabanillas señaló que "las muertes de los policías en Bagua no son producto de un enfrentamiento, sino de una masacre".

Los efectivos estaban dialogando con los nativos y éstos los asesinaron de la forma más cruel y repudiable, recalcó al pedir a los partidos políticos que creen en la democracia a actuar con responsabilidad para cerrar filas en el Perú.

"El sistema está en peligro. Esto no es una cosa aislada que ha sucedido, ha sido evidentemente preparada porque los nativos han sido engañados y sorprendidos", recalcó.