- 2010-09-12
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"Nuestro hogar es sagrado".
1) ANTECEDENTES HISTRICOS
Ante el arribo inminente de las tropas comandadas por el general espaol Jos Manuel Goyeneche para sofocar una segunda revuelta en Cochabamba, valerosas mujeres del campo y la ciudad encabezadas por la anciana no vidente Manuela Gandarillas y la esposa del patriota Esteban Arze, Manuela Rodrguez, decidieron organizarse y detener a las fuerzas opresoras realistas.
Bajo el lema "Nuestro hogar es sagrado" se dirigieron en romera hacia la colina de San Sebastin (La Coronilla), llevando en andas la imagen de la Virgen de la Merced. Esto ocurra en vspera de la celebracin de Corpus Christi. El enfrentamiento y la masacre ocurrieron el 27 de mayo. Al da siguiente, mientras el tirano general presida los actos litrgicos, eran fusilados el gobernador Mariano Antezana y otros patriotas revolucionarios.
Este ilustre recuerdo de las valerosas seoras cochabambinas, nos impele tambin a rememorar a valientes mujeres y madres de Santa Cruz, que en distintas pocas y circunstancias nos legaron un ejemplo de valor, fe y entereza. Hasta ahora seguimos siendo mudos testigos de una sociedad donde prioritariamente se exalta la belleza y la simpata a travs de concursos y pasarelas, que si bien son valores innatos de nuestras mujeres, relega su carcter ideolgico y cultural a la biologa como objeto. Que nuestro aporte contribuya a enriquecer la nueva historia de la mujer crucea, cuya fuerte conviccin ha creado una conciencia y un estilo de vida en esta Santa Cruz. He aqu la narracin sucinta de algunas de nuestras heronas.
2) PRIMERAS HERONAS CRUCEAS
La estampa de Elvira de Mendoza y Manrique de Lara, nacida en Asuncin y esposa de uflo de Chaves surge en medio de aquella proeza por encontrar "El Dorado", llena de valenta y osadas aventuras. Cuentan que este matrimonio tuvo cinco hijos, tres mujeres (Mara, Catalina y Elvira) y dos varones (Francisco y lvaro), que fallecieron siendo jvenes. Doa Elvira era hija del gobernador Francisco de Mendoza, hombre querido y respetado, ajusticiado en Asuncin, y de doa Mara Angulo, mujer de mucho carcter, que sobrevivi a todas las penalidades de la etapa heroica de la conquista del Plata. Sus hermanos fueron Diego y Francisco de Mendoza; tambin era cuada del capitn Hernando de Salazar, uno de los fundadores de Santa Cruz y primer presidente del Cabildo del 5 de mayo de 1561, realizado en esta ciudad.
A la muerte de su hermano Diego de Mendoza, gobernador de Mojos y Chiquitos, doa Elvira vivi una historia llena de privaciones y desvelos, como el destierro y el despojo de sus bienes por orden del centralismo limeo. Casi diez aos despus los servicios de uflo de Chaves fueran reconocidos por el Rey. Al retornar de Lima a la ciudad de su esposo en 1583, sufri una emboscada de indgenas, a quienes "alcanz a contenerlos y apaciguarlos. En esta celada muri su madre, doa Mara de Angulo, quedando herida su hija Elvira por un flechazo en la pierna. El lugar habra sido cerca de Jorochito. Elvira conoca la lengua guaran, condicin que salv la vida de toda su familia en esta trgica celada.
Nadie en estas colonias haba sufrido tantas desgracias como doa Elvira de Mendoza. Llevaba en su recuerdo la muerte de las personas ms queridas de su familia, desde la ejecucin de su padre, el asesinato de su esposo uflo, el vil e injusto colgamiento de su hermano y la agona y muerte de su madre. No se conoce donde muri. Santa Cruz la Vieja, Cotoca o Espaa, son los tres lugares posibles que Enrique Finot refiere.
Elvira de Mendoza pertenece a la segunda generacin de mujeres heroicas del Ro de la Plata. Qued en la memoria de los indgenas el ro Elvira, nombre escogido para los dos arroyos por donde estuvo la benemrita viuda y el ro de Las Cruces, lugar donde fueron enterrados los nueve hombres cados en la "guazabara" de 1583. Elvira de Mendoza junto a Mara de Angulo -fundadora de tres ciudades y lder de la rebelin crucea de 1572- se inicia la epopeya de la mujer abnegada, fiel y heroica de Santa Cruz.
3) HEROINAS DE LA INDEPENDENCIA
Luego de la muerte de Ignacio Warnes (El Pari, 21 de noviembre de 1816) y colocada su cabeza sobre una picota en el centro de la plaza, Ana Barba y su esposo Francisco Rivero la hurtaron del sombro lugar, contando con la eficaz ayuda del romancesco Caoto. Casi siete aos despus, una vez proclamada la libertad en Santa Cruz (1825), Ana Barba hizo conocer el lugar donde estaba depositada los restos mortales del valiente Warnes. Oficialmente se celebraron sus funerales, partiendo el cortejo fnebre desde el barrio del Tocotocal rumbo a la Catedral, en cuyo cementerio se deposit la "caja fnebre". Con el tiempo, la hija de Warnes Manuela Antonia, fij su residencia en Cotoca juntamente con su madre doa Micaela Castro.
Tambin destacan otros nombres de cruceas valientes de la poca. Entre ellas merecen recordarse a Florencia Mendoza Bazn, "Florita", la esposa y compaera de andanzas del guerrillero "Caoto"; Francisca "Panchita" Lpez se opuso a peinarse el cabello con la raya o "cutib" a la izquierda y moo, como ordenaban los espaoles a las cruceas. Rosa Montero, junto a su hermana Micaela Montero, estuvo en prisin por orden del general cruceo Aguilera, no cediendo a las presiones para delatar el paradero de su hijo, el patriota "Colorao" Mercado. Doa Manuela Velasco de Ibez al pagar 4.000 pesos de su propio dinero, salvo a la ciudad de Santa Cruz de una contribucin de guerra que exiga Manuel Antonio Blanco, mientras que Dolores Melgar, esposa de Jos Manuel Mercado sufri miserias, sacrificando todo por la patria. Adrin Melgar (2008) tambin destaca a valerosas mujeres "vallensas" como "las Albas, las Aldana, las Arteaga, las Pedraza, las Ripalda, las Salazar, las Lara, las Arze, las Nogales.
4) HEROINA DE LA GUERRA DEL PACFICO: IGNACIA ZEBALLOS:
La comunicacin del Ministerio de Gobierno fechada el 3 de marzo de 1879 con carcter de "urgente", que instrua el recojo de armamentos y municiones para la guerra del Pacfico, recin llega a la Prefectura de Santa Cruz el 28 del mismo mes. La noticia sobrecoge y entristece, pero al mismo tiempo se enciende la llama votiva del sentimiento patritico. Aunque esta disposicin exceptuaba a quienes residan en Santa Cruz y Beni por razones de distancia y escasez de recursos, la juventud crucea se moviliz y formaron el "Escuadrn Velasco o Rifleros del Oriente".
En la batalla del Alto de la Alianza (26 de mayo de 1880), hicieron los cruceos lujos de valor, no siendo pocos los que rindieron en ella la vida. Aqu sobresale una mujer crucea, Ignacia Zeballos Taborga, alias "La Tabaco". Fue la nica en su gnero que se hall presente en aquella cruenta jornada. Adems, particip en las excursiones a Ite y Moquegua. Fue condecorada por el Gobierno de Bolivia y ascendida al grado de capitn de la Sanidad.
Ignacia Zeballos, naci el ao 1831 en la Enconada, hoy provincia de Warnes del departamento de Santa Cruz. Su abuelo materno Juan Taborga era apodado "Tabaco", heredando de l su sobrenombre. Vivi en La Paz y trabaj como costurera. La describen como una mujer dinmica y temperamental. Fue acusada de intervenir en el incendio del Palacio de Gobierno en 1876. Por ese motivo retorn a Santa Cruz. Relatan que anoticiada de la invasin chilena utiliz el traje de su marido fallecido para camuflarse entre los soldados que partan a Tacna, donde se alist como enfermera de la Cruz Roja en 1879. Falleci el 5 de septiembre de 1904 en La Paz, con todos sus honores. En 1982 sus restos fueron trasladados a su pueblo natal.
5) HEROINAS DEL 11%
En el Cabildo Abierto del 31 de octubre de 1957 convocado por el Comit pro Santa Cruz, las mujeres cruceas que asistieron masivamente, decidieron organizar una nueva institucin. "Ms de 1.000 mujeres cruceas, sin distincin de clases sociales ni edad, se reunieron en la Plaza Blacutt, al sur de la ciudad, lideradas por la Dra. Elffy Albrecht Ibez, formaron la "Unin Femenina Cruceista", "bajo los signos de lucha, de fe y de solidaridad, para respaldar a todo un pueblo en defensa de sus propios intereses y sus propias necesidades".
La presidenta electa era una dignsima dama de vastos conocimientos; sumaba a sus virtudes ciudadanas, el valor, la capacidad y la rebelda de nuestras mujeres. En la casa de la Sra. Cora Osuna de Freerking, se eligi el primer directorio de la "Unin Cruceista Femenina", conformada de esta manera: Presidenta: Elffy Albrecht Ibez; Vicepresidenta: Alicia Ribera de Cerruti; Secretaria General: Giselle Brunn Sciaroni y Secretaria de Hacienda: Ana Surez de Leigue". La presidenta electa era una dignsima dama de vastos conocimientos; sumaba a sus virtudes ciudadanas, el valor, la capacidad y la rebelda de nuestras mujeres
La Unin Cruceista Femenina realiz la primera huelga de hambre en Santa Cruz un viernes 6 de diciembre de 1957, que inmediatamente se masific con mujeres de todos los sectores sociales de la ciudad. De este modo, mientras los hombres combatan aquel 7 de diciembre en el lugar llamado "Los Mangales", al oeste de la ciudad, ms de cien seoras ayunaban en el Saln de Actos de la Alcalda, exigiendo vivir como pueblo libre en paz y tranquilidad. Al siguiente da de la huelga de hambre llegaba al edificio municipal un grupo de unionistas que acompaaban el cadver de uno de sus socios, el valiente Gumercindo Coronado Zambrana. El domingo 8 de diciembre a las once de la maana se enterraba al segundo mrtir por la lucha del 11 %. El primero, Jorge Roca Pereyra haba sido abatido el 31 de octubre de 1957.
Un relato personal de Carlos Glogau, hijo de la doctora Albrecht, cuenta que su madre fue detenida una madrugada en su residencia particular de la calle Ingavi 316, y trasladada a las celdas de la Polica en la plaza 24 de septiembre, a la vista de la gente que entraba a misa de la Catedral. En aquellos das, la ciudad estaba casi desierta, habitada slo por mujeres, nios y ancianos, pues la juventud y sus lderes eran perseguidos por las milicias armadas y Pinto Parada con otros notables cruceos estaban en el exilio. Anoticiada la poblacin del abuso cometido, unas quinientas mujeres se congregaron frente al edificio policial, exigiendo la libertad de la doctora Albrecht, hasta conseguir su objetivo. Este es uno de los tantos ejemplos del sentimiento cruceo y la valenta de la mujer de aquella poca, donde el pueblo era un solo cuerpo y espritu, sin distincin de clases, razas o religin, que defenda un solo ideario: arrancar al centralismo el pago de las regalas del 11%.
6) HERONAS ANNIMAS. REFLEXIN FINAL.
En el caso especial de Santa Cruz, existen expresiones admirables del aporte de madres organizadas en instituciones o clubes femeninos que han incursionado en todos los campos de la actividad social, cultural, econmica, etc. Un claro ejemplo es el Voluntariado cruceo, que a travs de la historia siempre estuvo presente al lado de los enfermos, ancianos, nios y desamparados.
Tampoco olvidaremos recordar a las abnegadas madres que son el sustento de cada hogar cruceo; a la madre profesional, tcnica o trabajadora, que contribuye a la economa familiar, sin dejar su ternura y su apoyo en la faena diaria de su casa; a la madre campesina, que desde la aurora hasta el ocaso, junto a su compaero y sus hijos est labrando la tierra.
La madre como factor esencial de cohesin familiar -clula social que silenciosamente viene incubando un pueblo que tiene destino de grandeza-, representa como la piedra filosofal que funde la argamasa nobilsima del hogar, altar de nuestros mayores afectos. Este sagrado recinto hoy est en peligro. No slo lo acechan el carcter societal individualista y sin cario, econmicamente frvolo y de pragmatismo casi mundano, sino porque pretenden crear un estado que arranque de nuestros hogares el futuro de nuestros hijos o nietos, adems de privarnos de lo ms preciado que nos entreg Dios: la libertad.
No ser con palabras formales y buenos deseos nuestra salutacin al homenajear este da. Que la abnegacin de estas madres en el tiempo sirva de faro para mostrarnos el camino de la victoria, de la paz y el trabajo. Ello exige renovar nuestros compromisos, no con la pasividad o indiferencia que quiere convertirse en costumbre, sino mediante la militancia activa de luchar cotidianamente por nuestros valores y principios. Que nuestro lema sea el mismo de las heronas de la Coronilla: "Nuestro hogar es sagrado".
En la humanidad sabemos que hay tiranas que persiguen, torturan o matan por imponer ideas, pero tambin ellas saben que hay mujeres y hombres que luchan por defenderlas y que siempre vence la verdad. Slo la verdad nos har libres!