Viernes 22 de noviembre 2024

Dante N. Pino Archondo

Una Constitución parchada al final del día

Primero; debo aceptar que me equivoqué por poco, no hubo toma del Congreso, aunque las amenazas se dejaron sentir. La toma física por las huestes masistas es lo que no se produjo pero el cerco fue una realidad, que es una forma de tomar el Congreso. Pues bien, hubo un cerco real y lo que faltó fue el ingreso de los masistas a sus recintos.


  • 21-10-2008
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Primero; debo aceptar que me equivoqué por poco, no hubo toma del Congreso, aunque las amenazas se dejaron sentir. La toma física por las huestes masistas es lo que no se produjo pero el cerco fue una realidad, que es una forma de tomar el Congreso. Pues bien, hubo un cerco real y lo que faltó fue el ingreso de los masistas a sus recintos.

Segundo; debo reconocer que el Señor de Todos los Poderes manejó el proceso con inteligencia y demostró su capacidad de maniobra frente a políticos de vieja data. Usó la mesa de negociaciones con los mismos objetivos de sus oponentes: enfriar y ganar tiempo. Provocar y debilitarlos logrando demostrarles que el Poder Central es más fuerte que el Poder Regional.

Utilizó la presencia de testigos internacionales para demostrar que el Gobierno negocia a la vez que obliga en el marco de acuerdos que no se acuerdan y promesas que no se cumplen. Pero les demostró que sabe cómo tratar a la vieja partidocracia. Y fue convincente. Y redujo el tema de Pando a un asunto de delincuencia política y flexibilizó artículos de la constitución con el fin de lograr lo más difícil: la reelección.

Poco a poco y más temprano que tarde la oposición regional y la política se fueron doblegando ante lo inevitable: el poder de convocatoria de Evo Morales. La demostración de fuerza más allá del financiamiento que tiene ha sido contundente. Y la marcha simbólica de su persona en dos tramos: el inicio y el final dio por tierra con todas las resistencias que se programaban a la convocatoria que él exigió.

Quedó claro que la bancada de Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina es lo más expresivo de la pequeña burguesía nacional. En todo este proceso demostraron todo lo que son y todo lo que pueden. Mientras Evo Morales le enseñó que con él y sus masas movilizadas no se juega. Que esas masas tienen el poder de defenderlo y de apoyarlo hasta donde él les pida.

Yo no formaré parte del coro que ahora le echa en cara a Tuto y a Samuel sus debilidades y negociaciones por debajo la mesa para preservar el poco espacio político que les queda. No me interesa. Porque además no tiene sentido ante los resultados que se tuvieron y que son los que cuentan.

Estos resultados nos avisan que la consolidación de un bloque social popular ha sido al fin cohesionado: cocaleros, mineros cooperativistas, gremiales en las capitales de departamento, campesinos en toda el área altiplánica, empleados públicos del centralismo, dirigentes de pequeños negocios en la industria y el comercio, en fin una copia fiel del original movimientista de los años 50 y 60. No ver esta realidad es estar peor que el ciego.

Ahora bien: ¿Qué queda? El proceso electoral del voto por la aprobación del proyecto constitucional del MAS de PODEMOS, de UNIDAD NACIONAL, y del MNR. Es decir de la constitución parchada por estos cuatro partidos políticos, cuyo contenido aún es una incógnita. Lo que no tiene duda alguna es que estos cuatro partidos harán fuerza por el SÍ a la obra de su creación. Lo contrario sería un contrasentido y sinvergüencería sin límites.

O sea que estamos ante el contrato político suscrito por estos partidos y que se nos ofrece cómo la mejor solución al desencuentro constitucional que vivimos hace dos años. Este es el resultado final y el que de veras cuenta.

Lo gracioso de este proceso es que ha estado plagado de ilegalidades hasta el último momento. La ley sancionada por el Congreso para auto–atribuirse el derecho de reformar la confección constitucional de Oruro y de la Lotería Nacional. Dice que este Congreso podrá reformar lo actuado por la Asamblea Constitucional. Entonces ¿para qué diablos se votó por constituyentes, se instauró la Asamblea Constituyente, se violentó la vida de chuquisaqueños, se votó como manada en Oruro, se declaró en todos los tonos que la Asamblea era Soberana, que era Originaria, que estaba por encima de los Poderes Constituidos, si al final del día: el Congreso de la República (léase Evo Morales, Álvaro García, Jorge Quiroga, Samuel Doria y una mano invisible del MNR) se dio el derecho y la atribución de cambiar todo lo que esta Asamblea haya hecho o haya omitido hacer?

Es una locura. En cualquier sociedad medianamente civilizada esto no podría ocurrir. Tirar el tiempo, vidas, dinero y futuro de todos para tener en doce días lo que no se tuvo en dos años y violar toda la ley que se pueda en el camino, para demostrar que se puede gobernar sin ley en la mano, con turbas movilizadas y caprichos comunitaristas de todo nivel, es lo que obtuvimos al final del día. Y todo se hizo en el sagrado templo de la democracia: el Congreso de la República.


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