Viernes 22 de noviembre 2024

Dante N. Pino Archondo

La derecha que fue derrotada

Días antes del 20 de octubre dije que cuando existen dos proyectos antagónicos que defienden intereses de clase concretos y distintos la única manera de que uno de ellos se imponga es mediante la derrota del contrario. Afirmamos que los intereses de clase no se ceden sino es para asegurarlos mejor, se entregan luego de una derrota política, social y militar.


  • 30-10-2008
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Días antes del 20 de octubre dije que cuando existen dos proyectos antagónicos que defienden intereses de clase concretos y distintos la única manera de que uno de ellos se imponga es mediante la derrota del contrario. Afirmamos que los intereses de clase no se ceden sino es para asegurarlos mejor, se entregan luego de una derrota política, social y militar.

Siendo la Constitución la ley de leyes, la superestructura que legaliza toda la estructura social, económica y política es imposible pensar que intereses de clase opuestos convengan en tener un texto que defienda por igual a unos de otros. La razón de ser del Estado es su capacidad de coerción para supeditar los intereses de las clases dominadas por las dominantes.

Desde el punto de vista del Gobierno se estaría desmontando el Estado burgués –capitalista para dar paso al Estado socialista– comunitario. Este desmontaje no podía ser resuelto sin una Constitución que lo legalice, por eso el Presidente Morales se quejaba de las “trancas” o limites que le imponía la Constitución y leyes vigentes a su deseo de “hacer las cosas más rápidas” El “yo le meto nomás” era la manera de expresar que su Gobierno no se detendría por causa de las reglas jurídicas democrático– burguesas.

Para el señor Vicepresidente: “Entre agosto, septiembre y octubre de 2008, la derecha opositora sufrió tres derrotas catastróficas; electoral, militar y política, que aislaron y dejaron sin discurso a los opositores radicales para ofrecer al pueblo” (Hoy Bolivia 27/10/08) ¿Fue derrotada militarmente la derecha en el país, como dice el Vicepresidente?

No vimos un enfrentamiento militar entre fuerzas iguales. Hubo un apoyo militar condicionado en Pando al Gobierno que permitió, con Estado de Sitio por medio, el apresamiento del Prefecto. Pero de ahí a afirmar que hubo una derrota militar es demasiado. En todo caso fueron los militares vencidos y humillados en las movilizaciones de septiembre. Así que esta fase no parece haberse cumplido.

Sin embargo el Vicepresidente nos da la razón. Los intereses de clase se imponen mediante la derrota del contrario. ¿Quién fue el vencedor? El gobierno señala a los vencidos y aclara: “Qué puede ofrecer la derecha, la derecha se quedó sin banderas, hoy la derecha, los conservadores, los que quieren ir para atrás no tienen nada qué decir a Bolivia, qué oferta, qué programa le dicen a Bolivia, no solamente que no tienen líderes, sino que encima no tienen un programa”

Si la derecha vencida no tiene nada que ofrecer luego de su derrota y el Gobierno levanta la bandera de la victoria total cuando dice: “Frente a ello que hay, yo pregunto ahora cómo y de qué manera va a resurgir una luna menguante, imposible, entorno a qué va surgir la derecha a la cabeza de Tuto Quiroga, imposible” Es que estamos ingresando a la fase de consolidación de nuevo Estado y la nueva clase dominante en el Poder. Esta es la visión del M.A.S.

Pero es una visión distorsionada por el éxito de un acuerdo entre pares en el Congreso, que no refleja la realidad política. La lucha por la hegemonía de clase, no es entre la “izquierda” y la “derecha” Ya que ninguna de las dos expresiones contiene a la realidad objetiva que se vive en estos momentos. En realidad si se quiere la derecha de Tuto Quiroga en el parlamento fue la derrotada. Lejos de esa derrota la verdadera lucha se está produciendo entre el centralismo socialista comunitario del M.A.S. y el despertar de las regiones autonómicas que pugnan por liberarse de ese centralismo y su contiendo programático.

En esta lucha hay un desequilibrio muy importante: el control del aparato coercitivo del Estado y sus Instituciones que no tienen las regiones autonómicas. Es fácil desde este punto de vista sentirse victorioso. Pero un examen detenido muestra a un Gobierno de avances y retrocesos, de aciertos electorales y penosas negociaciones en medio de una ausencia total de gestión administrativa demostración de la ausencia de un programa del que se ufana tener el Vicepresidente.

Por eso tuvo que ceder su propósito de reelección seguida y otorgar competencias constitucionales a las regiones autonómicas. El propio cerco de sus movimientos sociales en la Plaza Murillo se convirtió en un asedio al Gobierno en forma de valla infranqueable que iba a superarlo. Y se dieron cuenta muy tarde que no tenían control sobre lo que armaron.

Esto demuestra que los movimientos sociales tienen un margen muy grande de autonomía propia respecto al M.A.S. Y la cuestión autonómica ha quedado en punto seguido. Las competencias otorgadas en la Constitución cercenan las auto - asignadas en los Estatutos, pero contienen las bases del germen suficientes para madurar esa masa autonómica.
Así que todavía estamos entre fuerzas que miden su propia capacidad para imponerle al contrario sus designios.


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