- América
- 2020-11-08
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El Diario.- Se ratificó el crecimiento de 4 por ciento para Bolivia en la presente gestión, sin embargo, se observa que la inversión extranjera directa bajó la pasada gestión, según Estudio Económico de América Latina y el Caribe, el nuevo contexto financiero mundial: efectos y mecanismos de transmisión en la región, presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En su actualización de crecimiento del producto Interno Bruto (PIB), reitera un crecimiento de 4 por ciento para la presente gestión, el más alto de la región sudamericana, seguido por Perú y Colombia, 3,2 por ciento y 3,1 por ciento. La cifra es similar a la estimada por el Banco Mundial así como por el Fondo Monetario Internacional, sin embargo, según la agencia especializada en datos financieros Bloomberg, la cifra alcanzará solo a 3,8 por ciento en 2019. "La economía de Bolivia se expandirá 3,8 por ciento en 2019, según los últimos resultados de una encuesta de Bloomberg News a cinco economistas realizada del 12 al 19 de julio", señala un reciente reporte de Bloomberg. IED Por otra parte, la Cepal informa que la Inversión Extranjera Directa (IED) de Bolivia cerró el 2018 con 344 millones de dólares, reduciéndose casi un 50 por ciento respecto al 2017, cuando llegó a 633 millones. Bolivia solo superó en IED a Haití, Nicaragua y Venezuela, y Uruguay registró una cifra negativa, mientras que Argentina a pesar de s crisis recibió 10.071 millones de dólares, y Brasil 74.259 millones. BOLIVIA MANTIENE PREVISIÓN DE CRECIMIENTO Sin embargo, la demanda interna impulsará nuevamente el crecimiento del Producto Interno Bruto, indicador que mantiene su previsión para la presente gestión en más del 4 %, informó el Presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Pablo Ramos Sánchez. “Existe la plena confianza de que en el segundo semestre la dinamización de la economía, especialmente en lo que se refiere a la inversión, permitirá superar el 4 % de crecimiento, que es una meta muy alta, tomando en cuenta lo que sucede en América Latina”, señaló. La autoridad recordó que Bolivia fijó en la Decisión de Ejecución del Programa Fiscal Financiero, documento suscrito anualmente con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), una meta de crecimiento de 4,5 %, pese la coyuntura mundial que mantiene a la baja la expansión de los países vecinos. En ese marco, Ramos Sánchez añadió "se espera que la inversión pública sea uno de los motores que permita acentuar el crecimiento nacional durante el segundo semestre del año". En su momento, el analista económico, José Gabriel Espinoza, dijo que el consumo bajó en el mercado nacional, y una muestra de ello es la baja inflación, y solo le resta aumentar la inversión pública a costo de deuda. Por su parte, ramos afirmó que el Gobierno trabaja con el objetivo de cumplir la meta de crecimiento del PIB, con la redistribución de ingresos y la estabilidad de precios. En esa línea, sustentó que el sector agropecuario, considerado la despensa de los bolivianos, será uno de los motores de la economía nacional porque su dinamismo permitirá mantener la estabilidad de precios de la canasta familiar. Sin embargo, los especialistas en economía observan este indicador, tomando en cuenta que el sector fue afectado por la helada, en los últimos meses, aunque el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, minimizó las pérdidas. Ramos aseguró además que la estabilidad cambiaria de la moneda nacional con relación al dólar estadounidense se mantendrá, puesto que la modificación del tipo de cambio provocaría inestabilidad en el mercado y afectaría el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores. PRODUCTORES AGRÍCOLAS DESPLAZADOS A CIUDADES En el tema de la producción, el acceso es desigual a recursos productivos, y los campesinos son el grupo más afectado por la pobreza, debido a que este sector está restringido de poseer tierras productivas, no solo en propiedad sino también en usufructo, dijo la investigadora del Centro de Estudios Económicos de Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), Silvia Escobar, en el seminario internacional “Desigualdades y Pobreza Multidimensional: Desafíos de la política pública”. Señaló que los afectados por la pobreza son campesinos, asalariados del campo, trabajadores independientes, que concentra más del 65 por ciento, pero para comprender el proceso que conlleva este indicador se analiza en tres ámbitos: producción, distribución y redistribución. En el caso del tema productivo, Escobar dijo que los campesinos están cada vez más restringidos al acceso a tierras productivas, no solo en propiedad sino también en usufructo. Según datos del Cedla, hoy en día sólo 14 por ciento de las tierras productivas está en manos del sector. “A medida que ha avanzado el tiempo, la participación de los campesino en la producción agrícola total a disminuido a 10 por ciento”, sostuvo a tiempo de indicar que estas limitaciones de accesos productivos ya está generando no sólo desigualdades sino también empobrecimiento. La investigadora indicó que ese proceso provoca la migración campo ciudad, es decir que los campesinos se van a las ciudades, y han identificado que jóvenes y mujeres ya no son productores y se convierten en fuerza laboral. POBREZA MULTIDIMENSIONAL Asimismo, el Cedla sostiene que la pobreza multidimensional afecta más a la población con mayor propensión a la actividad productiva, de entre 25 a 59 años, y lo hace en los departamentos de Santa Cruz, Tarija,Pando y Cochabamba, en cuyas regiones la población crece a un ritmo que supera el promedio nacional. El estudio establece que las oportunidades de empleo, educación, salud, vivienda y servicios básicos mejorados, si bien aumentan lentamente, se caracterizan por su baja calidad. El segundo sector poblacional afectado por la pobreza en sus múltiples dimensiones, son los jóvenes entre 15 a 24 años, residentes principalmente en los departamentos de la región orienta además de Cochabamba. El estudio del Cedla establece que la interrogante sobre quiénes son los pobres, será profundizada en el proceso de conocimiento sobre la pobreza multidimensional en el país, pero la entidad ya dijo que afecta al 61 por ciento de la población. INE Al respecto del estudio, el director de Estadística e Indicadores Económicos y Sociales del INE, Humberto Arandia, señaló, en conferencia de prensa, que el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que fue elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) adolece de fuertes diferencias respecto a la metodología internacionalmente aceptada. El ejercicio realizado por el CEDLA encuentra que el 61 % de los bolivianos poseen pobreza multidimensional. Sin embargo, el trabajo de NNUU y OPHI, bajo la metodología internacionalmente aceptada, contempla que el 20,4 % de la población boliviana registra pobreza multidimensional moderada (más de 33.33 % de privaciones) y tan sólo el 7,1 % muestra una pobreza multidimensional severa (más del 50% de privaciones). Asimismo, el cálculo destaca que el 15,7 % de la población es vulnerable a caer pobreza multidimensional. Indicó que hablar de la pobreza y su medición implica el conocimiento de múltiples definiciones; empero, una de las de mayor aceptación señala que la misma es la falta de recursos en el tiempo y la privación o carencia material es su consecuencia. Se informó que el IPM está siendo desarrollado principalmente en una colaboración entre la Organización de Naciones Unidas (NNUU) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI) siendo esta metodología de carácter muy técnico y riguroso desde su concepción.