Sábado 27 de julio 2024

Indefensión y precariedad laboral: La realidad actual de los periodistas en Bolivia



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Erbol.- La situación de los periodistas en Bolivia está marcada por situaciones de precariedad laboral, pero también por llanto e impotencia debido a la indefensión ante los atropellos que atraviesan.

Uno de los hechos más emblemáticos y que quedaron impunes es el caso denominado “Las Londras”, ocurrido el 28 de octubre del 2021, en la provincia Guarayos de Santa Cruz, cuando siete periodistas fueron emboscados, detenidos y amenazados de muerte por encapuchados armados con escopetas que los tuvieron secuestrados durante más de siete horas.

Desde entonces, las víctimas no encuentran justicia.  Percy Suárez, uno de los periodistas que aún no abandona la batalla legal de ese hecho alertó incluso que el proceso podría ser “cerrado”.

“Llevamos dos años, seis meses y doce días del caso Las Londras. Llega los tres años, y la ley así lo permite, este caso lo pueden cerrar. Estamos en contra reloj, estamos quedando solos.  Es lamentable”, cuestionó en contacto con ERBOL.

Suárez también contó con indignación que la última vez que fueron citados por la justicia fue para informarles que debían encargarse, por sus propios medios, de notificar a sus agresores hasta el municipio de San Julián.

“Es como meterse en la casa del lobo, es un peligro ir a buscar a estas personas que me dispararon a la cámara, que me dieron un cachazo (golpe) en la cabeza”, lamentó.  

La crisis económica por la que atraviesan algunos medios de comunicación, es otro de los factores que también atraviesan los medios, uno de los más recientes fue el de Página Siete que tuvo que cerrar el 29 de junio del 2023, dejando a muchos periodistas sin una fuente laboral y sin haber recibido sus salarios.  

Actualmente, los extrabajadores llevan adelante una batalla legal por temas de corrupción e irresponsabilidad laboral contra los representantes legales de la Empresa Editorial Luna Llena, firma dueña del matutino, Raúl Garáfulic y Carlos Saravia.

“Evidentemente, no ha habido ningún avance, no se nos pagó desde el día que se cerró, no se nos pagó ni un peso. Al contrario, hemos tenido que gastar de nuestro dinero para presentar la denuncia”, reclamó Carlos Quisbert, uno de los extrabajadores de Pagina Siete, en entrevista  con el programa la Tarde En Directo de ERBOL.

Quisbert denunció la precariedad laboral en la que se encontraba el medio al momento de su cierre. Recordó que hay extrabajadores que se les adeuda hasta siete meses de salario, sumado a que, al momento del despido, no hubo el pago de beneficios sociales como el finiquito.

“Hemos verificado que se ha incumplido el pago de los aportes a la Gestora y ahí hay otras irregularidades que conocimos de a poco, lastimosamente”, añadió.

Denunció que Garafulic y Saravia se “aprovecharon de la confianza” de los trabajadores y fugaron del país antes de que se conozca el problema económico por el cual atravesaba la empresa.

“Ellos estaban ganando tiempo simplemente para salir del país y poner a resguardo sus propiedades” afirmó.

Pagina Siete es un vivo ejemplo de lo que puede llegar un medio de comunicación, que a pesar de la presencia y repercusión que tenga, sin el apoyo económico necesario, los periodistas pueden quedar en la calle, sin sus beneficios sociales.

Sin trabajo y luchando contra la corriente.

Tanto Suárez como Quisbert señalan que tras los hechos que marcaron sus vidas en el ejercicio de periodismo, lamentaron lo complicado que encontrar un sustento para ellos y sus familias.

Percy Suárez relató que, tras haberse retirado del medio donde trabajaba y con una deuda de cinco meses de salario, se vio en total indefensión, ya que no tenía el apoyo correspondiente para encontrar justicia por el secuestro que sufrió en el caso “Las Londras”.

“Cuando yo me retiro en la red que trabajaba, me debían cinco meses, estuve totalmente desprotegido, nadie me dijo: ‘Percy acá tienes un abogado’, nadie me dijo nada, quedé totalmente desprotegido por el medio.

Me vi obligado a retirarme porque ya era un estorbo”, añadió.

Mientras que Quisbert, contó que en el caso de Pagina Siete, los ahora extrabajadores, se vieron obligados incluso a cambiar de oficio, como dedicándose a la venta de ropa, comida y otros a ser taxistas.

“En mi caso me tocó volverme fotógrafo de eventos en algún momento”, afirmó.

Desde la Asociación Nacional de Periodistas, su máxima representante, Zulema Alanes, dijo que los casos de Suarez y Quisbert representan dos caras de los más agudos problemas que afectan a los periodistas en el país, como ser la violencia con impunidad y la precariedad.


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