- #Especiales
- 2024-12-04
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Cada vez que ocurre un eclipse solar total, aproximadamente cada dos años, miles de científicos aprovechan para estudiar la corona solar. Pero ahora una innovadora misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), buscará crear eclipses solares artificiales y estudiar en detalle la corona del Sol, la atmósfera más externa de nuestra estrella.
La misión Proba-3, que despegará este miércoles desde la India, consta de dos satélites que trabajarán en forma coordinada y precisa con el objetivo de ofrecer observaciones continuas de esta tenue capa solar, lo que podría ampliar significativamente el conocimiento sobre el Sol y su impacto en la Tierra.
Los dos satélites de Proba-3, uno equipado con un “coronógrafo” para capturar imágenes de alta calidad de la corona solar y el otro diseñado como “ocultador”, volarán en formación con una precisión milimétrica mientras orbitan la Tierra a velocidades que oscilarán entre 1 y 10 kilómetros por segundo.
Según los responsables de la misión, esta hazaña técnica representa un hito para la ingeniería espacial y la astronomía. El lanzamiento estaba previsto para este martes a las 11:45 GMT desde el Centro Espacial Satish Dhawan, cerca de Chennai, en la India. Pero un ajuste técnico demoró el despegue para este miércoles.
En los últimos días, los satélites han pasado exitosamente las pruebas previas y han sido acoplados al lanzador PSLV-XL de la Organización India de Investigación Espacial (ISRO), que tiene la capacidad de llevarlos hasta 60.000 kilómetros de distancia de la Tierra antes de colocarlos a solo 600 kilómetros de nuestro planeta.
“Es un gran reto porque necesitamos controlar muy bien la trayectoria de vuelo de las dos naves espaciales. Se trata de un experimento en el espacio para demostrar un nuevo concepto, una nueva tecnología”, precisó Damien Galano, director del proyecto Proba en la ESA.
La misión Proba-3, con un presupuesto de aproximadamente 200 millones de euros, es liderada por la empresa española Sener, y cuenta con la participación de unas cuarenta empresas de dieciséis países, incluidas grandes multinacionales como Airbus Defence and Space, GMV, Deimos, HV Sistemas, Inventia y Thales Alenia Space.
El principal objetivo de Proba-3 es investigar la corona solar, que es la fuente de muchos fenómenos solares importantes, incluyendo las eyecciones de masa coronal, que liberan grandes cantidades de plasma, partículas cargadas y campos magnéticos hacia el espacio.
Estas eyecciones pueden afectar la magnetosfera de la Tierra, causando tormentas geomagnéticas que pueden interrumpir las comunicaciones, los sistemas de navegación, los satélites e incluso las redes eléctricas. Sin embargo, también son responsables de fenómenos como las auroras boreales, que son vistas como el lado “positivo” de estas expulsiones solares. Según la científica de la ESA, Anik de Groff, entender mejor la dinámica de la corona solar es crucial para mejorar las predicciones del clima espacial.
En este contexto, la misión Proba-3 representa un avance significativo. Los satélites volarán en formación precisa a lo largo de un periodo de aproximadamente un año y medio, durante el cual se simularán hasta 1.500 horas de eclipses solares artificiales.
Para lograrlo, uno de los satélites, el “ocultador”, interpondrá su sombra entre el Sol y el satélite “coronógrafo”, bloqueando la luz del Sol y permitiendo que el instrumento de la otra nave capture imágenes detalladas de la corona. Esta capacidad de crear eclipses a demanda es un avance importante en la observación solar, que hasta ahora solo se lograba durante los eclipses naturales.