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- 2025-07-19
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Infobae.- El cielo nocturno del hemisferio sur entra en su mejor momento del año para observar la Vía Láctea. Aunque esta gigantesca estructura galáctica es visible durante gran parte del año, entre junio y agosto alcanza su punto más impactante.
El espectáculo es accesible incluso para quienes no cuentan con telescopios ni equipamiento especial. Solo hace falta un cielo oscuro, libre de luna y de luces urbanas, para observar a simple vista el centro de nuestra galaxia, dice un informe de la NASA.
El fenómeno no ocurre al azar. La inclinación del eje terrestre y el movimiento de la Tierra alrededor del Sol influyen en la orientación desde la que se observa el cielo nocturno. A partir de junio, el núcleo brillante de la Vía Láctea se eleva progresivamente y permanece visible durante más tiempo.
No obstante, lo que se logra observar es fascinante. Esa franja luminosa está compuesta por miles de millones de estrellas, cúmulos estelares, nubes de hidrógeno y rastros de polvo cósmico.
En el corazón de la galaxia se esconde uno de sus elementos más extremos: el centro galáctico está repleto de una cantidad inimaginable de estrellas extremadamente densas. También alberga un agujero negro supermasivo, Sagitario A. Aunque no puede verse a simple vista, su presencia es clave para la estructura dinámica de la Vía Láctea.
“Junio significa que la ‘temporada del núcleo’ de la Vía Láctea ha llegado. Esta es la época del año en que es visible como una tenue banda de luz difusa que se arquea en el cielo toda la noche. Basta con estar bajo un cielo oscuro, lejos de las brillantes luces de la ciudad, para apreciarla. Lo que se ve es el brillante núcleo central de nuestra galaxia, visto de canto desde nuestra posición dentro del disco galáctico”, destacan expertos de la NASA sobre esta oportunidad única para observar a nuestra galaxia en todo su explendor.
Y agrega: “Las fotos de larga exposición hacen que las estrellas brillantes y las oscuras nubes de polvo de la Vía Láctea se vean aún más nítidas. Y mientras nuestros ojos la ven en luz visible, los telescopios de la NASA observan la galaxia en todo el espectro, escudriñando a través del polvo para ayudarnos a comprender mejor sus orígenes. Independientemente de cómo lo mires, salir a la Vía Láctea en junio es una forma verdaderamente extraordinaria de conectarse con el cosmos”.