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- 2025-10-05
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El fundador de Microsoft, Bill Gates, formuló una predicción que desafía los pronósticos predominantes sobre la IA y la sustitución de empleos que, advierten, se viene en un futuro muy cercano.
Gates afirma que la programación permanecerá como un oficio exclusivamente humano, incluso dentro de un siglo.
Según el empresario, los fundamentos creativos y de criterio que definen esta disciplina no podrán ser replicados por las máquinas. Esta visión aporta un matiz singular al debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral global.
En una entrevista con France Inter, Bill Gates aseguró que la programación seguirá siendo una disciplina esencialmente humana, incluso frente a los avances más sofisticados de la inteligencia artificial.
El filántropo sostuvo que este campo exige creatividad y juicio, capacidades que, a su entender, las máquinas nunca podrán imitar completamente, por más que evolucionen sus algoritmos o su potencia computacional.
La programación implica no solo la resolución de problemas complejos, sino la capacidad de diseñar nuevas soluciones y prever escenarios multifacéticos.
Gates argumentó que la IA puede agilizar el desarrollo de software, proponer correcciones automáticas o sugerir alternativas, pero carece del contexto, la intuición y el razonamiento que permiten a las personas crear productos originales y adaptarse a situaciones imprevistas.

La inteligencia artificial ha alterado de forma sustancial los sectores de entretenimiento, salud, educación y servicios. Hoy es capaz de analizar grandes volúmenes de datos, identificar patrones y automatizar procesos antes reservados exclusivamente al trabajo humano.
Esta evolución se traduce en mayor eficiencia, velocidad de respuesta y disponibilidad de información en tiempo real para empresas e instituciones.
Especialistas como Gates o Elon Musk y Jensen Huang, y organizaciones internacionales coinciden en que varios empleos automatizables desaparecerán o se transformarán en los próximos años. Tareas repetitivas, administración de datos y ciertas actividades industriales ya migraron hacia sistemas autónomos.
“Debemos tener un poco de miedo”, admitió, reconociendo que el progreso exponencial de la tecnología puede generar efectos imprevistos en la sociedad.
El empresario insistió en la necesidad de gestionar los recursos tecnológicos con prudencia. Otros expertos han reconocido que la inteligencia artificial plantea dilemas relacionados con la privacidad, el acceso a la información y la responsabilidad por las decisiones automatizadas.
Para Gates, el equilibrio entre innovación y precaución resultará crucial para evitar impactos negativos y garantizar que los beneficios se distribuyan de manera amplia.
La perspectiva de Gates invita a reconsiderar la formación profesional ante un sector tecnológico dinámico. Según el empresario, la inteligencia artificial incrementará la productividad y liberará tiempo para actividades creativas y recreativas.
No obstante, no se debe perder de vista el desarrollo de competencias analíticas, técnicas y de resolución de problemas, habilidades que conservarán su importancia frente a los cambios venideros.