El tiempo pasa inexorablemente

�En qu� momento se nos fue el a�o? La percepci�n del transcurrir del tiempo es una de las cosas m�s subjetivas. �Ha escuchado decir -o Ud. mismo dijo alguna vez- que el tiempo pasa cada vez m�s r�pido, que ya no alcanza para nada o -mirando hacia atr�s- que no se sinti� c�mo pas� el a�o? Lento o r�pido, lo cierto es que el tiempo pasar� irremediablemente y con �l, la vida.

�Se ha puesto a pensar que desde el mismo instante de su concepci�n en el vientre materno, el ser humano se encamina hacia la muerte? Con cada segundo, cada minuto, cada hora y cada d�a que pasa nos acercamos al momento en que tendremos que partir de este mundo, un mundo al que nadie pide venir -Dios lo decide- y del que muchas veces no nos queremos ir.

Ha transcurrido el 2017 y con �l adquirimos nuevas experiencias, momentos de felicidad y de tristeza, pero -m�s all� de todo ello- hay algo que nunca deber�amos ignorar: �seguimos vivos! Valorar la vida resultar� algo supremamente importante a la hora de evaluar qu� hicimos bien o no en la gesti�n que concluye y, en funci�n de ello, ser equilibrados a fin de no caer en la angustia de no perdonarnos por �lo que pudimos hacer� y no hicimos, as� como tampoco, en un fr�volo exitismo por lo que logramos siendo que lo aceptemos o no -en funci�n de la eternidad- todo en esta vida es pasajero.

Fue el sabio Salom�n -aquel de quien se dice que todo lo supo, que todo lo prob�, que todo lo tuvo, que todo lo experiment�, que fue el mayor sabio en la historia y que no habr�a otro en el futuro como �l- que al final de sus d�as escribi� con una suerte de hast�o �vanidad de vanidades, todo es vanidad�, vano, ef�mero y fugaz...

De semejante personaje sabemos que ni la enorme riqueza, ni el vasto conocimiento, ni todo el poder que adquiri� y tampoco toda su experiencia acumulada pudieron llenar el vac�o interno del que adoleci�, siendo una prueba de ello el que tuvo nada m�s ni nada menos que��700 esposas y 300 concubinas!

De Salom�n podemos aprender que no es la fama, no es el conocimiento, no es el poder, y mucho menos el dar rienda suelta a las pasiones, lo que llenar� el vac�o intr�nseco que tiene el hombre en su alma. No otra cosa se desprende del hecho que la Biblia relata que quien construy� el m�s fastuoso Templo a Dios en Jerusal�n, al final de sus d�as termin� conden�ndose. �De qu� le sirvi� lo bueno de su pasado? �De nada!

Considerando la inmortalidad del alma, sabio ser� quien siempre haga lo bueno y evite lo malo, pues el tiempo pasar� inexorablemente...

(*) Pastor de Jesucristo por la voluntad de Dios
Facebook.com/Garyantoniorodriguezalvarez
Santa Cruz, 27 de diciembre de 2017