El modelo del presidente arde

El presidente Arce est� tratando de inflar la pelota con m�s aire del que soporta. Eso tiene un final, explotar�. Y as� como la materia responde a leyes f�sicas, la econom�a tiene sus propias leyes y en ambos casos se cumplen inexorablemente.

�Hasta cuanto y hasta donde puede un gobierno gastar sin tener los ingresos suficientes para ello? Hay indicadores. Cuando se relaciona el gasto con el PIB, se tiene un porcentaje que nos ense�a cuanto est� gastando el gobierno en relaci�n con la producci�n de bienes y servicios que genera la econom�a. En otras palabras, cuanto dinero se inyecta a la econom�a que aumenta la demanda de bienes y servicios con relaci�n a la capacidad de la oferta para producirlos.

Si hay mas dinero para demandar y la oferta es menor para atender esa demanda, los precios suben. �Y como es que eso no sucede en la econom�a boliviana?

Porque la producci�n de bienes y servicios nacionales es tan peque�a y la importaci�n ilegal de los mismos es tan grande, sucede que, al aumentar la cantidad de dinero, aumenta la demanda de d�lares que van a fomentar esa importaci�n ilegal, lo que hace que los precios se mantengan.

El gobierno gasta, ese gasto fomenta el contrabando, el contrabando demanda d�lares e importa. Los precios se mantienen relativamente estables y nadie se queja. Pero la oferta de divisas no es ilimitada, y para atender este circuito est�n las reservas internacionales, que van disminuyendo aceleradamente. Son las reservas entonces las que marcan la pauta del hasta donde se puede continuar inflando el gasto.

Cuando la cantidad de divisas sea insuficiente y la demanda de d�lares en la econom�a no pueda ser atendida para importar legal o ilegalmente, ser� el momento en el que la oferta de bienes comenzara a disminuir y los precios a subir.

Es cuando la pelota que est� inflando el gobierno a llegado a su l�mite.

Y ese l�mite se acerca. Es la advertencia que estamos haciendo los economistas. Paren el gasto, ajusten la burocracia estatal, cierren las empresas publicas deficitarias, vayan disminuyendo las subvenciones a los carburantes, abran la econom�a a la inversi�n privada, denle facilidades, sostengan un comercio exterior sin trabas, canalicen el cr�dito al sector productivo, flexibilicen las condiciones laborales, reformen el r�gimen tributario. Devuelvan al BCB la autonom�a institucional.

Todo esto se puede hacer desde ahora. Y ser� la forma de lograr un aterrizaje suave.

No digan que nadie les advirti�.