¿Miedo a la corrupción?

Si como dicen, cada pueblo tiene el gobierno que se merece, hay que agregar, y tiende a comportarse como �l. Es como un im�n que jala. Especialmente cuando el nivel de educaci�n es regular para abajo.

Yo no s� qu� piensan ustedes, pero si hay algo que tiene enorme influencia social es la conducta que ejerce un gobierno y que difunde, expande, propagandiza, a trav�s de los medios que maneja. Es el poder de influir y de convencer a fuerza de repetir.

Quiz�s esta sea la manera de explicar, el c�mo, hemos llegado a este grado de permisividad, al nivel de tolerancia y de pasividad social, con un gobierno, al que todas las denuncias, los esc�ndalos, la corrupci�n, la descomposici�n que contiene, quiere mostrar como algo que es normal, que forma parte de nuestro ser y que al final no es otra cosa que se hizo �desde antes�.

Seguimos siendo un pa�s pobre, donde m�s de cuatro millones de seres viven con 30 o 13 bolivianos/d�a, donde dos millones y medio no tienen cobertura de salud y el 80 por ciento recibe atenci�n p�blica deficiente, donde la mitad de los habitantes no tienen vivienda propia, y mas de la mitad de nuestros ni�os no llegan a terminar sus estudios, y solo el treinta por ciento llega a la universidad.

Con esta realidad, �tenemos que soportar semejante tama�o de podredumbre pol�tica, de putrefacci�n institucional y de cinismo, impudor y descaro de un gobierno que hace gala de lo que es?
En toda �poca hubo mujeres y hombres que levantaron no solo sus voces sino sus brazos para decir, basta. Ellos vencieron el miedo, el terror que el gobierno desgrana desde el Estado.

La renovaci�n de esos tiempos ha llegado. La fuerza del coraje para rescatar nuestros valores, nuestros principios y nuestra cultura tiene que imponerse, frente a la impostura que busca atribuirse derechos de supremac�a �tnica, en una sociedad diversa y distinta.

Ya no podemos dejar que la mentira se extienda hasta convertirse en verdad. Que nos digan que la mayor�a de los bolivianos somos inquilinos en nuestra propia tierra y que dirigentes de minor�as �tnicas quieran convertir Bolivia en lo que no es.