Miércoles 25 de diciembre 2024

El MAS busca redefinir la historia con fechas festivas y nuevos edificios



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El Deber.- El Movimiento Al Socialismo (MAS) llegó al poder en 2006 con la asunción de Evo Morales y hasta la fecha -con una breve interrupción entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020- impuso cambios en la historia de Bolivia. Estas modificaciones van desde el entierro de históricos edificios hasta la poca atención a fechas importantes que tenía el país, como el tradicional 6 de agosto.

Expertos ven imposiciones que van con el discurso indigenista que maneja el MAS, pero también con la narrativa que va en contra del llamado imperialismo, que es vinculado con la era neoliberal. En el oficialismo justifican estos cambios debido a que en Bolivia se impuso el Estado Plurinacional, pero en la oposición consideran que hay un manejo político en contra de la historia nacional.

El 22 de enero se volvió casi o más importante que el 6 agosto en Bolivia. En 2006, Evo Morales eligió el 22 de enero como su fecha de toma del poder, no por azar, sino porque era el cuarto aniversario de su expulsión de la Cámara de Diputados en 2002, cuando le quitaron su curul luego de un juicio político. Esa fecha, a partir de 2010, se convirtió en un feriado y pasó a ser el Día del Estado Plurinacional de Bolivia.

Ese día se transformó de un momento a otro en una fecha importante para el país. El mandatario nacional emite su informe desde la Asamblea Legislativa Plurinacional. Lo hizo Evo Morales en nueve oportunidades y una sola vez Luis Arce, pero por la pandemia de coronavirus lo tuvo que hacer desde la Casa Grande del Pueblo. Jeanine Áñez, en 2020, solo dio un mensaje desde el hall de Palacio Quemado.

El MAS ve el 6 de agosto, fecha en la que nació Bolivia en 1825, como una jornada relacionada al colonialismo. Para muchos del oficialismo, no hay mucho por festejar. “No hay mucho por festejar, pero se respeta la fecha histórica. Ahora Bolivia es un Estado Plurinacional y ya no es un Estado colonial, neoliberal”, opinó el senador Félix Ajpi, del MAS.

El excanciller Fernando Huanacuni explicó que, con el festejo del 22 de enero se inicia “una nueva etapa en el proceso boliviano” que no es únicamente nominal sino “un cambio estructural e institucional” y de las “estructuras de poder”. El también historiador indigenista acotó que en tiempos de la colonia y posteriores a la independencia de Bolivia, en 1825, se arrastró una “deuda histórica” con los pueblos indígenas a los que se consideró una “raza inferior”.

Fecha importante

El historiador Fernando Cajías dijo que el 6 de agosto es la fecha más importante para Bolivia porque fue en esa jornada de 1825 que el país nació y se independizó de las fuerzas coloniales. El experto destacó que durante los últimos años se vivió una polarización política por quienes respetan la fecha patria y los que quieren remplazarla por el 22 de enero.

“Un mal que tuvimos a lo largo de nuestra vida republicana es la dureza de los enfrentamientos políticos, que traen como consecuencia que el vencedor persiga al vencido”, lamentó Cajías.

Mientras, Carlos Mesa, historiador y líder de la oposición, consideró que existen fechas más significativas que el 22 de enero, aunque no desprestigia ese día porque representa la visión del Estado Plurinacional.

El expresidente coloca en la mesa el 10 de octubre de 1982 -día que asumió el gobierno Hernán Siles Zuazo tras años de dictadura- como una jornada más importante que el 22 de enero, pero remarcó que el 6 de agosto es la fecha insignia del país.

“Abrazó el ideario universal de los derechos humanos y el respeto y ejercicio de la libertad y la igualdad como valores supremos de nuestra comunidad y los reivindica desde entonces contra cualquiera que niegue esos principios. Por eso, el 10 de octubre es más significativo que el 22 de enero”, escribió Mesa en su blog personal.

La importancia de la fecha quedó minimizada con el informe que dio la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, quien dijo que el presidente Arce, por el 5 de agosto, solo daría un mensaje y no informe de su gestión.

En el tema de infraestructuras el MAS enterró los dos edificios políticos más importantes del país: el Palacio Quemado y el Congreso. Recién se inauguró la edificación de la Asamblea Legislativa Plurinacional y en 2018 la Casa Grande del Pueblo, que reemplaza a la vieja casa presidencial. En cuanto al Legislativo hubo muchas calificaciones al viejo edificio.

“Saludo la inauguración de la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional que reemplaza al viejo congreso de la república racista y excluyente. La construcción de este moderno edificio fue iniciada en nuestro gobierno y es para todos los bolivianos. Nos alegra que se haya concluido”, escribió el expresidente Morales.

Los nuevos edificios

El histórico Palacio de Gobierno, ubicado en la plaza Murillo de La Paz, tenía que convertirse en un museo, pero poco se avanzó. Por los mismos pasos va el viejo edificio del Congreso, que ya cerró sus puertas. Los legisladores se trasladaron a la nueva edificación de la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde el lujo y la grandeza se ve en cada espacio.

En el nuevo edificio legislativo surgieron muchas voces descontentas. El presidente de Diputados, Freddy Mamani, afirmó que esta edificación incluye lo plurinacional de Bolivia, pero existen legisladores del oriente que niegan esa afirmación, ya que comprobaron que no hay símbolos originarios de tierras bajas.

El abogado Juan Carlos Urenda protestó porque en el nuevo Legislativo no hay presencia de símbolos del oriente y dijo que se priorizó la región andina en el decorado de sus interiores. “Nueva Cámara de Senadores. Simbología del oriente boliviano ausente a pesar de sus dos tercios de territorio nacional”, reclamó.

La bancada de Creemos en la Asamblea Legislativa Plurinacional presentó un reclamo formal ante el vicepresidente David Choquehuanca por lo que consideran una “discriminación” en los simbolismos del nuevo edificio legislativo, puesto que observa solo representaciones de culturas andinas.

“Sorprende que se esté dando tamaña discriminación omitiendo símbolos identitarios de otras naciones y pueblos originarios de Bolivia que no son parte de la visión y de la cultura andina. Es incomprensible que en un edificio, que es sede de una asamblea plurinacional, se esté haciendo un exclusivo énfasis en los símbolos andinos”, reclamó Creemos a través de un comunicado.

El MAS lucha para que lo plurinacional sea parte de su discurso y así enterrar los simbolismos de la historia del país. Atrás quedará el viejo Palacio y de a poco se apaga el festejo del 6 de agosto.


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