- #Espectáculos
- 2024-12-12
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NY Times.- Terminator 2: el juicio final fue un gran éxito en 1991, y desde entonces todas las entregas de la franquicia han sido, como mínimo, un poco decepcionantes. Hasta ahora: la serie de anime de Netflix Terminator Zero es una versión inteligente de la historia, que aborda temas familiares sin parecer un refrito.
Desarrollada por Mattson Tomlin, Terminator Zero no se enfoca en Sarah y su hijo, John Connor, los protagonistas de las dos primeras películas de James Cameron y de muchas de las siguientes. (La breve serie de Fox Terminator: the Sarah Connor Chronicles de hecho fue muy divertida).
Más bien, Terminator Zero tiene lugar en Japón y se enfoca en un científico llamado Malcolm Lee, al que en el doblaje al inglés pone voz André Holland, quien brinda al personaje la seriedad necesaria para sus filosofadas. Estamos en 1997, un año importante para los fans de Terminator: es entonces cuando sucede el llamado Día del Juicio Final y la inteligencia artificial conocida como Skynet se vuelve contra la humanidad y lanza un ataque nuclear. Malcolm lo sabe y ha creado una inteligencia artificial competidora a la que llama Kokoro, a la que pone voz Rosario Dawson.
Al mismo tiempo, los tres hijos de Malcolm y su niñera (Sumalee Montano) son perseguidos por dos visitantes del futuro: un Terminator (Timothy Olyphant) —este viene con un brazo ballesta— y una luchadora de la resistencia (Sonoya Mizuno). Su verdadero objetivo es Malcolm, por el impacto que podría tener en futuros potenciales.
Dirigida por Masashi Kudo, Terminator Zero resulta de una belleza inquietante, sobre todo cuando Malcolm consulta a Kokoro en su laboratorio. Cuando la inteligencia artificial debate con su atormentado creador los argumentos a favor de la supervivencia de la humanidad, es personificada por múltiples figuras fantasmales que revolotean. La partitura de Michelle Birsky y Kevin Henthorn, una versión más ligera del estridente “Terminator Theme” de Brad Fiedel, es menos abrasiva, pero a menudo resulta más escalofriante.
A través de una mezcla de animación asombrosa, acción extravagantemente sangrienta y preguntas filosóficas apasionantes —¿Por qué tipo de futuro vale la pena luchar? ¿A quién merece la pena sacrificar por un bien superior?— Terminator Zero insufla nueva vida a una franquicia que a menudo ha parecido atrapada en su propio bucle temporal.