Viernes 15 de noviembre 2024

Se Busca Opositor



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En una sorpresiva, como inusual convocatoria de prensa realizada por el jefe del Estado Plurinacional, folklórico y multilingüe, éste aseguró a los bolivianos que: “pese a todo y a todos, nos está yendo bien, que Bolivia es la tercera economía con mejor crecimiento de la región y la segunda más estable por su bajo nivel de inflación”. Acotando a tan extraordinarias afirmaciones, quizás habría sido también del caso señalar que, desde hace 17 años comemos tres veces caliente al día, gracias a la inmensa fortuna, en gas y petróleo, que nos dejaron unos apátridas gobernantes neoliberales y que, gracias a la Pachamama, no se la llevaron por estar bajo tierra.

Ahora bien, lo más sorprendente de estas risueñas afirmaciones presidenciales fue la inmediata respuesta que obtuvo de su exjefe, desde el epicentro chapareño, quien, muy apenado lamentó que su otrora ministro de economía, durante 14 años, use la mentira para justificar la derechización de su gobierno, la protección al narcotráfico, la corrupción, los problemas económicos causados por falta de previsión y, además de eso, trate de usurpar su Modelo Económico Social Comunitario Productivo.

En respuesta, el aludido jefe de Estado, haciendo uso del recurso político y de la situación por la que atraviesa el sistema judicial, acusó a su exjefe cocalero, de faltar a su palabra y de haberse convertido en su principal opositor. Asimismo, absolviendo al Órgano Ejecutivo de toda culpa o responsabilidad en esta gravísima crisis, arremetió contra la Asamblea Legislativa, como la única responsable de que el Órgano Judicial haya prorrogado su mandato y, por tanto, la única culpable de que este año termine sin elecciones judiciales.

Esa relación sadomasoquista existente entre el exmandatario y su cajero, como él gusta llamar a su ex administrador de la plata, nos recuerda a ese ciudadano que, acompañado de su pequeño hijo, al pasar por la plaza Murillo escuchó gritos que provenían de la Casa del Pueblo o de la Asamblea, plagados de improperios como: “corrupto, narcotraficante, pedófilo, etc.” El niño alarmado expresó a su padre: “papá, creo que la situación está muy grave y al parecer se están peleando” a lo que el padre le respondió: “No te preocupes hijito, sólo están pasando lista”.

A raíz de este incidente, lejos de cotejarlo con la ocurrencia del infante, estimamos que la angurria de permanecer en el poder está desarrollando en los masistas una imbatible capacidad de simulación en temas políticos, que jamás los neoliberales o derechistas, como ellos gustan llamar a sus precedentes, fueron capaces de ejercer, gracias a su arraigada preocupación por el “Qué dirá de la gente” o su temor a la “vergüenza ajena”, sentimiento con el que ellos no cuentan, ni siquiera con la propia.

La aparente gravedad que parecieran mostrar las peleas mencionadas, así como las falsas muestras de avenimiento que exponen los litigantes, especialmente a nivel congresal, demuestran el típico afán de copar gradual y progresivamente todos los poderes del Estado y, en especial, aquellos organismos que faciliten la estadía indefinida de este régimen que llegó como nuestra “reserva moral” y ahora aparece como las “reservas de Morales”. Para tal fin, han decretado la permanencia indefinida de sus autoridades del poder judicial; postergando sine die el censo de población y vivienda y, con el nombramiento oficial de Evo como opositor, ahora pretenden copar la oposición para eternizar ese intolerable pasanaku. A los discordes sin concordia, sólo nos falta colocar un aviso: ¡Se Busca un Opositor!