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Se dice que son un resabio de las saturnales en Roma. Estas fiestas romanas de final de año se caracterizaban por el intercambio de regalos, y la fiesta generalizada: los romanos abandonaban durante una semana sus estrictas normas sociales para vestir con ropas coloridas, jugar, apostar y servir a sus esclavos, que se permitían la licencia de criticar a sus amos. Con el advenimiento del cristianismo, este período pasó a preceder a los cuarenta días del ayuno Cuaresmal. (Google).
Uno de los carnavales que se precia de ser el más antiguo del mundo es el de Colonia (Alemania). Las autoridades locales defienden que se lleva celebrando unos 2.000 años. El desfile se desarrolla el "lunes de las rosas"; los participantes no tienen ningún reparo en ridiculizar figuras políticas.(Google).
"Este país es un carnaval”, dicho por una señora sesentona a propósito de los recientes bloqueos, su comentario fue extremadamente acido refiriéndose a los hechos deplorables como las inacción desidiosa de los parlamentarios y la acción inopinada y exagerada del TCP. Extrañamente - dijo la señora- la opinión pública habló mucho mostrando repudio por los bloqueadores, sin decir nada (exigir era del caso) de los parlamentarios, causantes originales del problema por su indolencia deliberada durante meses, para conformar las listas de los candidatos a magistrados, así como tampoco de los "autoprorrogados", violadores prepotentes de la CPE; de esa manera hubo protesta por los efectos, dejando a un lado las causas. Si vemos la realidad desde otra esquina, el bloqueo hizo que se haga la luz y las elecciones están convocadas con un alto costo que se debió evitar, mientras el autor material del delito (a quien le salió bien el pretexto) se jacta ahora de su balandronada, seguro que no habrá acción judicial que prospere.
El dios que preside el carnaval es Momo en estrecha amistad con Baco, con miles de seguidores: los pepinos en La Paz, la diablada en Oruro, carros alegóricos, comparsas y sicuris en Sucre, reinas, corsos, comparsas y tamborita en Santa Cruz, el corso de corsos con caporales y morenada en Cochabamba, el jueves de comadres con erkes y canastitas en Tarija.
El carnaval es una fiesta profana relacionada con la carne y el pecado (así lo entiende la religión católica); y a propósito de quienes profanan están los paganos donde su deidad es quien les da el trabajo, idolatran el dinero que es su dios, y negociar la coima su liturgia.
El carnaval se celebra entre febrero y principios de marzo, y dura una semana; sin embargo, el carnaval de Montevideo (Uruguay) se extiende durante cuarenta días y es considerado como uno de los más largos del mundo.
"Ya parece un carnaval". Esta frase es una expresión popular que se usa para describir situaciones de caos, desorden y confusión, que en el caso de Bolivia se traduce en frecuentes paros, huelgas, manifestaciones bloqueos, y por particular que parezca, en ocasiones todo al mismo tiempo.
Mención aparte merece el carnaval de Venecia. Los venecianos usan máscaras de diseño único y vestimenta especial, escenario de calles, canales y góndolas, célebre por su grandiosidad. La celebración de carnaval de Río de Janeiro es la que atrae a millones de visitantes en su Sambódromo de 700 metros, motivo por el cual está incluido en el libro Guinness. (Google).
El otro carnaval del que adolece Bolivia tiene años de duración y millones de participantes que juegan a las contradicciones e inexplicables maneras de ser, donde las mayorías aceptan ser obsecuentes y los demás terminan siendo domados. A tal punto llega la bufonada de alcance nacional que pareciera ser inmanente a la vida de los bolivianos, que sin ella no tendrían la diversión suficiente, extrañando a veces atropellos e injusticias de las que después se quejan.
*Periodista.