Lunes 25 de noviembre 2024

Son ametralladoras con capacidad de derribar aviones

Armas del Ejército Boliviano en manos de criminales en Río de Janeiro

BRASIL
El diario brasileño O Globo, informó este lunes que al menos 9 ametralladoras pertenecientes al Ejército Boliviano, fueron desviadas para los grupos criminales que operan en Río de Janeiro, Brasil y que han sido incautadas a los narcotraficantes de las principales favelas.
Según este diario, la ametralladora Lehky Kulomet ZB.30, fabricada por la República Checa y capaz de derrumbar aviones, se ha convertido en una de las más demandadas por los grupos criminales que controlan en tráfico de drogas en las barriadas pobres de Río de Janeiro.



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BRASIL
El diario brasileño O Globo, informó este lunes que al menos 9 ametralladoras pertenecientes al Ejército Boliviano, fueron desviadas para los grupos criminales que operan en Río de Janeiro, Brasil y que han sido incautadas a los narcotraficantes de las principales favelas.

Según este diario, la ametralladora Lehky Kulomet ZB.30, fabricada por la República Checa y capaz de derrumbar aviones, se ha convertido en una de las más demandadas por los grupos criminales que controlan en tráfico de drogas en las barriadas pobres de Río de Janeiro.

El principal origen de las armas de ese tipo incautadas en operativos policiales contra el narcotráfico en Río de Janeiro son los cuarteles del Ejército boliviano, según las fuentes policiales consultadas por el diario carioca.

De acuerdo con la información, las ametralladoras son enviadas desde Bolivia hasta Paraguay e ingresan a Brasil a través de la ciudad de Foz de Iguazú, en la frontera entre Brasil y Paraguay.

Además de las nueve ametralladoras incautadas este año, otras diez fueron decomisadas el año pasado.

Todas, según O Globo, tenían el escudo del Ejército boliviano.

Las armas, con capacidad para disparar 500 tiros por minuto calibre 7,92 milímetros, puede alcanzar blancos a 1.500 metros de distancia.

La gravedad del asunto obligó a la policía de Río de Janeiro a solicitar auxilio en las investigaciones a la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), al Sector de Inteligencia del Comando del Ejército y a la División de Combate al Crimen Organizado de la Policía Federal.

"El intercambio de informaciones ha sido constante. Puedo decir que en las manos de los narcotraficantes o de cualquier persona esas ametralladoras son muy peligrosas. No sólo por su calibre, sino por ser automáticas y disparar ráfagas constantes", afirmó el comisario Carlos Oliveira, jefe de la División de Represión al Narcotráfico de la policía de Río de Janeiro.

El diario agrega que las autoridades diplomáticas bolivianas en Brasil ya han sido informadas sobre el desvío y que inicialmente, antes de recibir las pruebas, protestaron contra la acusación.

Representantes de la policía federal de los dos países ya tuvieron una reunión en La Paz para estudiar una forma de combatir el contrabando de armas y actualmente negocian un acuerdo.

Según O Globo, la policía brasileña recibió informaciones de que de apenas un cuartel del Ejército boliviano fueron desviadas al menos 40 de esas ametralladoras.

El diario agrega que la policía brasileña también ha decomisado fusiles fabricados por la empresa española Santa Bárbara y que fueron vendidos al Ministerio del Interior de Bolivia en 1989.

No es la primera vez que la policía de Río de Janeiro se incauta de armas de fuerzas armadas de Brasil y de los países vecinos entre las bandas de narcotraficantes.

En la década del noventa fueron halladas en la ciudad granadas FMK-2 y fusiles FAL desviados de cuarteles de Argentina.

Los enfrentamientos entre las bandas rivales de narcotraficantes y de estas con la policía y con las milicias paramilitares han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.


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