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- 2024-12-27
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Infobae.- Según un análisis publicado en New Scientist, se espera que miles de estas máquinas humanoides comiencen a operar en fábricas, almacenes y hogares para 2025, gracias a significativos avances en inteligencia artificial y diseño robótico.
Sin embargo, la pregunta de si esta tecnología puede sostenerse a largo plazo sigue siendo un desafío que la industria debe enfrentar.
A diferencia de los robots industriales tradicionales, que se limitan a realizar tareas repetitivas en líneas de ensamblaje o desplazarse en almacenes sobre ruedas, los robots humanoides están diseñados para operar en espacios concebidos para humanos.
Con brazos y piernas, estos robots podrían integrarse de forma más natural en oficinas, fábricas y hogares. Sin embargo, para que estos dispositivos funcionen de manera eficiente en entornos impredecibles, es crucial el desarrollo de modelos avanzados de inteligencia artificial.
Según Ed Colgate, investigador de la Universidad Northwestern, el sector tecnológico está lleno de optimismo, impulsado por los avances en IA generativa como ChatGPT, que podrían ser la base de los sistemas cognitivos necesarios para los humanoides.
Proyectos pioneros
En Estados Unidos, empresas emergentes y gigantes tecnológicos están invirtiendo agresivamente en el desarrollo de robots humanoides.
La compañía Figure, apoyada por OpenAI, Microsoft y Nvidia, ha probado sus robots en fábricas de BMW y tiene previsto iniciar un despliegue masivo en 2025.
Otra firma destacada es Apptronik, que ha desarrollado el robot Apollo, actualmente en pruebas con Mercedes-Benz, con planes de comercialización a finales de 2025.
Por su parte, Tesla, bajo la dirección de Elon Musk, tiene previsto comenzar la producción interna de su robot Optimus antes de que finalice 2024.
En China, el gobierno ha declarado 2025 como el año de la innovación robótica, incentivando a numerosas empresas a competir en este campo.
Fourier, con sede en Shanghái, ya ha entregado más de 100 robots de su modelo GR-1 a fábricas e instituciones de investigación y se prepara para lanzar el GR-2, un modelo más avanzado con aplicaciones más diversas.
Expansión en almacenes y hogares
La automatización no se limitará a las fábricas. Empresas como Agility Robotics, en Oregón, están llevando robots humanoides a los almacenes.
Su robot Digit fue probado en instalaciones de Amazon, y la compañía tiene capacidad para producir hasta 10.000 unidades anuales en 2025.
En el ámbito doméstico, la empresa estadounidense-noruega 1X Robotics está desarrollando el robot NEO, diseñado para realizar tareas de organización y limpieza en hogares, con planes para iniciar pruebas piloto en el mismo año.
Los retos pendientes
A pesar de las prometedoras aplicaciones, los robots humanoides enfrentan importantes desafíos. Uno de los principales es el costo.
Según Chris Atkeson, investigador de la Universidad Carnegie Mellon, reemplazar a trabajadores humanos con robots humanoides sigue siendo económicamente inviable en muchos casos.
En su opinión, las aplicaciones más prácticas de los robots humanoides podrían encontrarse en áreas específicas, como el cuidado personal y la compañía, donde su forma antropomórfica les otorga ventajas funcionales.
Otro reto importante es la complejidad técnica. Aunque las manos robóticas han mejorado en tareas básicas de agarre, todavía están lejos de igualar la destreza y versatilidad de las manos humanas.
Ed Colgate señala que las manos humanas son herramientas excepcionales que no solo agarran, sino que manipulan objetos de maneras infinitamente ingeniosas. Esta limitación técnica implica que, al menos por ahora, ciertos trabajos seguirán estando fuera del alcance de los robots.
Un impacto social por definir
La posible llegada masiva de robots humanoides plantea interrogantes sobre su impacto social y económico.
Aunque su diseño humanoide puede facilitar su integración en espacios diseñados para personas, su despliegue podría alterar dinámicas laborales, aumentando la presión sobre ciertos empleos.
No obstante, también podrían abrir nuevas posibilidades en sectores donde la presencia humana es limitada o costosa.
El potencial de estos robots también depende de la percepción pública. Como señala Colgate, aunque la tecnología avanza rápidamente, los robots humanoides aún enfrentan resistencia debido a factores culturales, económicos y psicológicos.
Además, su éxito dependerá en gran medida de la capacidad de los fabricantes para demostrar que estas máquinas pueden aportar un valor tangible y sostenible.
¿Una revolución en ciernes o una promesa temprana?
La irrupción de robots humanoides en fábricas, almacenes y hogares podría marcar un punto de inflexión en la historia de la robótica.
No obstante, su éxito a largo plazo dependerá de superar retos técnicos, económicos y sociales. Aunque el futuro parece brillante, el despliegue masivo de estos robots humanoides en 2025 será solo el comienzo de un proceso que podría transformar profundamente cómo vivimos y trabajamos.