- #Especiales
- 2025-01-14
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Infobae.- En un caso que ha dejado a Francia conmocionada, Anne, una mujer de 53 años, fue víctima de una estafa romántica que le costó €830.000. Los estafadores, utilizando técnicas avanzadas de inteligencia artificial y manipulación emocional, lograron convencerla de que estaba en una relación sentimental con el reconocido actor de Hollywood, Brad Pitt. Este fraude, que se prolongó durante más de un año, ha puesto de manifiesto cómo los avances tecnológicos pueden ser utilizados para perpetrar crímenes complejos.
La pesadilla de Anne comenzó en febrero de 2023, cuando recibió un mensaje en Instagram que supuestamente provenía de Jane Etta Pitt, la madre de Brad. El mensaje, lleno de halagos, sugirió que Anne sería una pareja ideal para el actor. A las pocas horas, otro mensaje apareció en su bandeja de entrada, esta vez de una cuenta que decía ser del propio Brad Pitt. “Hola Anne, mi madre me ha hablado mucho de ti. Quiero conocerte mejor”, decía el mensaje. A pesar de sus dudas iniciales, Anne pronto se dejó envolver por la atención constante y los gestos románticos del estafador.
En declaraciones al programa francés Sept à Huit, Anne recordó cómo, en medio de un difícil momento personal tras su divorcio, los mensajes de esta supuesta celebridad le brindaron una sensación de compañía. “Al principio, pensé que era falso, pero no podía entender lo que me estaba sucediendo. Todo estaba tan bien hecho, tan convincente”, dijo.
A lo largo de meses, los estafadores construyeron una narrativa cuidadosamente elaborada. Usando fotografías editadas, videos generados por IA y mensajes personalizados, lograron que Anne creyera que estaba en una relación con el famoso actor. Incluso crearon imágenes de “Brad Pitt” en situaciones cotidianas y le enviaron poemas y canciones románticas.
Uno de los métodos más efectivos de manipulación fue el uso de fotografías inéditas que, al ser buscadas en internet, no aparecían. Según Anne, los estafadores justificaban esto diciendo: “Son fotos que Brad ha hecho solo para ti”. Este detalle reforzó la autenticidad de la relación y profundizó la confianza de la víctima.
El fraude dio un giro aún más dramático cuando el “Brad Pitt” falso afirmó que estaba enfrentando problemas legales y de salud. Según él, su exesposa, Angelina Jolie, había congelado sus cuentas bancarias, dejándolo sin acceso a su fortuna. Poco después, aseguró que le habían diagnosticado cáncer renal y necesitaba dinero para costear un tratamiento médico urgente. Anne, convencida de que estaba ayudando a alguien que amaba, comenzó a transferir grandes sumas de dinero.
Pérdidas económicas devastadoras
En total, Anne transfirió €830.000 a cuentas en el extranjero, vaciando sus ahorros y vendiendo propiedades para cumplir con las exigencias del estafador. Según el medio francés Sud Ouest, gran parte de este dinero provenía del patrimonio que recibió tras su divorcio.
“No dudé en ningún momento. Pensé que estaba ayudando a alguien que significaba mucho para mí”, confesó Anne entre lágrimas en una entrevista televisiva. Sin embargo, todo cambió cuando, a mediados de 2024, vio fotografías en la prensa de Brad Pitt junto a su nueva pareja, la diseñadora de joyas Ines de Ramon. Este descubrimiento fue el detonante que la llevó a sospechar del engaño.
Anne decidió acudir a la policía, quienes iniciaron una investigación formal sobre el caso. Según las autoridades, los responsables del fraude operaban desde fuera de Francia y utilizaban una red organizada para llevar a cabo este tipo de delitos.
Un problema que trasciende fronteras
Este caso no es un incidente aislado. Fraudes similares han sido reportados en países como España, donde dos mujeres perdieron más de €300.000 creyendo que estaban en una relación con el mismo actor. En España, las investigaciones llevaron a la detención de cinco personas y la recuperación parcial de los fondos estafados.
Expertos en seguridad cibernética advierten que este tipo de estafas, conocidas como “fraudes románticos”, son cada vez más comunes. Los estafadores aprovechan las vulnerabilidades emocionales de sus víctimas y utilizan herramientas tecnológicas como deepfakes para crear perfiles falsos convincentes. Además, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería facilitan el contacto inicial con las víctimas.
Tras descubrir la estafa, Anne ha sufrido una grave depresión y actualmente se encuentra bajo tratamiento en una clínica. Además, ha perdido casi todo su patrimonio, incluyendo el dinero recibido por su divorcio. Temporalmente, ha tenido que mudarse a casa de una amiga mientras trata de reconstruir su vida.
“Me pregunto por qué me eligieron a mí para hacerme tanto daño. Nunca he lastimado a nadie en mi vida”, declaró Anne, visiblemente afectada. La mujer ahora busca justicia, mientras los investigadores continúan rastreando a los responsables.