Viernes 15 de noviembre 2024

Madura la caida y Evo blinda sus barbas



116 vistas

Vamos a empezar con dos refranes populares: “Se cae de maduro” y “Si ves las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo”, para analizar la situación de Venezuela y Bolivia, cuyos gobiernos han sobrevivido al llamado “Socialismo Siglo 21”, que tiene a sus otros ex-presidentes afines, el brasileño Lula Da Silva, la argentina Cristina Kitchner y el ecuatoriano Rafael Correa, hundidos en denuncias de corrupción y hasta saboreando la cárcel.

Decimos que “Se cae de Maduro”, porque el régimen del venezolano Nicolás Maduro, experimenta una especie de crónica de una muerte anunciada, donde los muertos lamentablemente los pone el pueblo, mientras se negocia una salida diplomatica del poder de un presidente que al parecer refleja ciertos transtornos mentales.

Maduro dijo que anda con la hora de la luna, mientras mostraba un reloj, supuestamente del astronauta ruso Yuri Gagarín, el primer navegante de la URSS, que viajó al espacio en 1961.

Desde luego que su intención fue mandar un mensaje a sus opositores, diciendo “miren Rusia me sostiene”, porque en los hechos, el tema de Venezuela se ha convertido en una especie de guerra fría entre el capitalismo liderizado por el magnate estadounidense Donald Trump y el socialismo que tiene como cabeza visible a Maduro, pero que es sostenida por Rusia y China, además de tener la misma ideología, por intereses económicos, como dice otro refrán, “por la plata baila el mono”.

Según datos oficiales, la Venezuela de Maduro le debe a China $us45 mil millones y a Rusia, $us3 mil 150 millones, y les paga con lo único que produce, el oro negro del petroleo, con el que Dios bendijo a ese país de 31 millones de habitantes, de los cuales, según cifras oficiales, alrededor de 6 millones han emigrado a otros paises, huyendo del régimen de Chávez y Maduro. Y lo han hecho porque no existen las condiciones mínimas de un Estado que no tiene lo sustancial: la paz social, ni que decir políticas económicas destinadas a satisfacer las elementales necesidades económicas, pues como sociedad políticamente organizada, sangra todos los días, sin remedios, sin comida, sin papel higiénico, y hasta, dirían los capitalistas detractores, sin poder saborear una Coca Cola, y lo peor, sin esperanzas, porque las principales industrias han cerrado sus puertas, porque Maduro además de decir que tiene la hora de la luna, ha dicho que viajó al futuro y volvió y que también ha conversado con un pajarito que resultó ser su mentor, el expresidente Hugo Chavez, de quien heredó el poder.

Mientras eso ocurre el mundo y principalmente Donald Trump ha dicho que los cheques con los que le paga el petróleo que le manda Venezuela, se los girará a nombre del autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, a quien también la Comunidad Económica Europea, ha reconocido como mandatario. De ese modo, Venezuela pierde otro de los elementos de un Estado: -además de la población, el territorio y el poder- el reconocimiento internacional.

Pero en nuestro país, Bolivia, Evo Morales, también sobreviviente del Socialismo Siglo XXI, en vez de decir, “si ves las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo”, lo que ha hecho ha sido “blindarlas”, pues las últimas elecciones primarias, como resultado en limpio tenemos, que ha sido habilitado por tercera vez, contra viento y marea del pueblo, pero con la ayuda del Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo Electoral, para participar como candidato en las elecciones generales de octubre del 2019.

Y una vez en el poder de nuevo, Morales sabe usarlo, pues hoy tiene a sus “oligarcas y terratenientes” cruceños, nuestros empresarios, bebiendo y ganando plata de su mano, y de aliados incondicionales a “la clase proletaria” de la Central Obrera Boliviana y ni que decir de los hoy millonarios cocaleros y movimientos indígenas que provocaron el millonario desfalco en el Fondo Indígena.

* Periodista y docente