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- 2025-01-02
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Donald Trump volverá a la Casa Blanca. El candidato del Partido Republicano ganó las elecciones y se convertirá -por segunda vez- en el presidente de los Estados Unidos. El ex mandatario consiguió la mayoría de los votos en los fundamentales y reñidos “estados bisagra” que definieron los comicios nacionales por sobre su rival, la actual vicepresidenta Kamala Harris.
El candidato republicano consiguió la mayoría de los votos en los estados clave con 277 electores necesarios para llegar nuevamente a la Casa Blanca, frente a los 224 de Kamala Harris.
El candidato republicano, Donald Trump, más temprano, ya se había declarado ganador de las elecciones en Estados Unidos tras la clara ventaja que tenía sobre Kamala Harris en la carrera por la presidencia con 267 votos sobre 224 de Kamala Harris del Colegio Electoral. Se requieren mínimo 270 votos para ganar la presidencia de Estados Unidos.
“Es una victoria política que nuestro país nunca ha visto antes, nada como esto”, dijo el expresidente al público. “Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de ser elegido su 47º presidente y su 45º presidente”.
Pero las buenas noticias continuaron durante el “supermartes” para el Partido Republicano que también consiguió la mayoría en el Senado, hecho que le dará mayor poder a la futura administración. Las victorias cruciales para conseguir el control de la cámara alta fueron de Bernie Moreno en Ohio, Jim Justice en Virginia Occidental y Deb Fischer, que mantuvo su escaño en Nebraska.
Acompañado de su esposa Melania, sus hijos y gran parte del personal de campaña, Trump fue recibido por cientos de sus seguidores en el centro de convenciones del condado Palm Beach, en la ciudad de West Palm Beach.
"Es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer de nuevo grande a Estados Unidos".
"Vamos a ayudar a sanar nuestro país", dijo el republicano de 78 años, que prometió una nueva "edad de oro".
"Estados Unidos nos ha dado un mandato sin precedentes y poderoso", agregó.
Y no sólo eso. Donald Trump consiguió un respaldo popular inédito para un candidato republicano, acostumbrados en las últimas carreras a garantizarse su llegada a la Casa Blanca sólo con los votos del Colegio Electoral. Esta vez, además de conseguir los electores necesarios para alcanzar lo más alto del Poder Ejecutivo, Trump sumó más de 69 millones de votos contra los 64 millones que recibió Kamala Harris.
Haremos a Estados Unidos grandioso nuevamente”, dijo el expresidente ante los gritos de histeria que han inundado el lugar a lo largo de la noche, tras la victoria que ha logrado en el estado clave de Carolina de Norte y Georgia, y los buenos resultados parciales en el estado crucial de Pensilvania.
“Tenemos un país que necesita ayuda y la necesita urgentemente. Vamos a arreglar la situación de la frontera y corregir lo que sea necesario. Hemos superado obstáculos que nadie hubiera imaginado”, sumó.
“Voy a pelear cada día por ustedes con cada aliento de mi cuerpo. Trabajaré incansablemente para que tengamos el país que ustedes merecen. Esta será la era de oro de Estados Unidos. Esta es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense, que nos permitirá devolver la grandeza a nuestro país”.
“Es muy agradable sentir esta sensación de amor. Gente increíble está aquí conmigo, que ha sido increíble y ha compartido este recorrido”, expresó. “Se sentirán orgullosos de su voto. Algún día podrán decir que fue uno de los mejores momentos de su vida haber votado por nosotros”, añadió el magnate.
“América nos ha dado un mandato poderoso y sin precedentes. Hemos recuperado el Senado”, remarcó Trump antes de agradecerle al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
El político republicano recordó que durante su primer mandato presidencial "no hubo guerras" y prometió que cuando se convierta de nuevo en presidente no habrá nuevos conflictos armados. "No más guerras durante mi mandato", aseguró.
"Ellos dijeron que voy a iniciar una guerra. No voy a iniciar una guerra. Voy a detener las guerras", aseveró Trump, que calificó su triunfo en las presidenciales como "una victoria enorme para la democracia y la libertad".
Desafíos para Trump
Trump reemplazará a Biden, presidente número 46 de la historia norteamericana. Tendrá por delante una nación muy diferente a la que dejó en enero de 2021 cuando abandonó Washington DC para mudarse a Palm Beach para comenzar a reconstruir su regreso, en medio de juicios, acusaciones y denuncias de todo tipo. Pero no sólo eso: sobre todo el mundo se muestra completamente distinto al que era cuatro años atrás.
Cuando Trump dejó el poder lo hizo en medio de la pandemia por Covid-19 que paralizó las economías globales salvo la de los Estados Unidos, que se mantuvo pujante aunque con algunas restricciones sanitarias y un alto costo en vidas. Y si bien sus disputas con China -régimen que ocultó al mundo el inicio del coronavirus- se acrecentaron por cuestiones comerciales y económicas, en aquel momento Beijing no acosaba semanalmente a Taiwán con maniobras militares y simulacros de bloqueos marítimos y aéreos, poniendo en peligro la seguridad regional e internacional.
Durante su campaña prometió aranceles a productos chinos y a otras importaciones; bajar impuestos y atacar la inflación, uno de los factores que impidió que Harris continuara los pasos de Biden. Algunas economías emergentes deberían tomar nota.
En la actualidad, Asia vive momentos de zozobra por la creciente actividad militar impulsada por Xi Jinping. Japón, Corea del Sur y Filipinas -sumados al gobierno democrático de Taipei- son socios estratégicos en el Océano Pacífico de los Estados Unidos. Trump posiblemente auspicie -siguiendo su estilo de diplomacia directa- una cumbre con el jefe de la autocracia china para intentar contener el impulso belicista que manifestó en los últimos años. Pero esas negociaciones se entremezclarán con otras que son de interés del Partido Comunista Chino (PCC): las restricciones que Washington impuso a Beijing en la compra de microprocesadores, claves para el desarrollo tecnológico militar y para la hegemonía de las próximas décadas.
Otro escenario que Trump prometió solucionar en poco tiempo es la sangrienta invasión a Ucrania ordenada por Vladimir Putin. ¿Con quién se sentará primero? O mejor dicho: ¿a quién convencerá primero? Será difícil que Putin abandone sin condiciones el territorio ocupado. Mucho menos ahora que consiguió la ayuda invaluable de su amigo, el dictador norcoreano Kim Jong-un, un viejo conocido del presidente electo. El ruso tampoco querrá seguir siendo un paria internacional. Los pedidos se acumulan. Seguramente, Putin pedirá más de lo que Volodimir Zelensky esté dispuesto a negociar o resignar. La guerra lleva eternos y sangrientos 987 días. Las muertes y bajas son cuantiosas, pero las tropas ucranianas -y su economía- están exhaustas. El jefe de estado ruso lo sabe. ¿Qué hará Europa ante este nuevo escenario? Temprano para saberlo. Por las dudas, Emmanuel Macron, presidente de Francia, fue de los primeros en saludarlo.
La otra arena en la que deberá sumergir sus pies será Medio Oriente. Israel lleva adelante una guerra desde el pasado 7 de octubre de 2023 para terminar a Hamas y a Hezbollah, en la Franja de Gaza y en Líbano, respectivamente. Ambos grupos terroristas son objetivo de Tel Aviv, luego de que iniciaran sus ataques contra el territorio y pueblo israelí. Masacraron mujeres, niños e inocentes. También Irán, el régimen teocrático que los cobijó durante años, entró en combate. Trump conoce cómo se mueve Teherán. Lo comprobó cuando ordenó el 3 de enero de 2020 la eliminación en Irak de Qassem Soleimani, el máximo general iraní, jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica.
El triunfo de Trump es una mala noticia para el ayatollah Alí Khamenei, a quien parece que la estrategia de la “paciencia eterna” y el uso de sus milicias extranjeras ya no le sirve contra sus enemigos. ¿Se precipitará un conflicto aún mayor en Medio Oriente antes de que llegue el republicano a la Casa Blanca? ¿Cómo podría actuar Teherán contra Israel sin una fuerza aérea a la altura de su poderío en los cielos? ¿Qué pasará con su plan nuclear, programa que Trump aplazó para siempre?
Sea cual fuera la decisión del régimen iraní antes de la asunción del republicano, Washington ofrecería todos sus recursos a Tel Aviv para su defensa, aunque la administración demócrata esté llegando a su fin. Un ataque total contra Israel constituiría un grave error de cálculo por parte de Khamenei, cuyas alternativas son cada vez más reducidas. ¿Qué hará Teherán cuando Trump asuma el poder en enero próximo?
Donald Trump conocerá un mundo completamente diferente al que dejó en 2021. Tiene tres frentes bélicos muy delicados que podrían derivar en una guerra mundial, esta vez, con potencias nucleares enfrente. “Voy a terminar guerras, no voy a empezar guerras”, dijo en su discurso de proclamación desde el Centro de Convenciones de Palm Beach. Será, después de mucho tiempo en la historia, un presidente en tiempos de guerra. Aunque él no haya librado ninguna.
Kamala Harris canceló su discurso
La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, canceló este martes el discurso que estaba previsto que ofreciera al final de la jornada electoral y lo reprogramó para este miércoles, tras unos resultados adversos frente al republicano Donald Trump, mientras continúa el conteo de votos en estados clave.
En lugar de Harris, fue Cedric Richmond, copresidente de su campaña, quien se dirigió a los simpatizantes en la Universidad de Howard en Washington, donde la candidata había organizado su evento de seguimiento electoral.
Richmond tomó el escenario para explicar la cancelación del discurso y mantener el ánimo entre los seguidores, algunos de los cuales ya abandonaban el lugar debido a la falta de noticias favorables.
“Todavía tenemos votos por contar. Todavía hay estados que no han sido decididos. Seguiremos luchando durante la noche para asegurarnos de que cada voto se cuenta, de que cada voz ha hablado. Así que no habrá noticias de la vicepresidenta esta noche, pero sí mañana”, expresó Richmond a los asistentes.