Quipus y San Buenaventura están en quiebra técnica y deben cerrarse, afirma el Gobierno

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“El análisis va a salir uno por uno, pero los casos críticos son la planta azucarera, Quipus y otros que definitivamente ya tienen quiebra técnica y sí deberían cerrarse”, afirmó este lunes el director de la Oficina Técnica del Fortalecimiento a la Empresa Pública, Pablo Camacho.

El ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, el viceministro de Coordinación y Gestión Pública, Julio Linares, y Camacho presentaron este lunes un informe sobre la situación de la empresas públicas del Estado y el “millonario desfalco”.

Linares dijo que “la empresa San Buenaventura se prestó más de 1.800 millones de bolivianos para implementar esta aventura de fábrica de caña y hasta ahora ha devuelto apenas el 9% y no paga más capital ni intereses”. Este dinero fue gestionado por el Banco Central de Bolivia (BCB), publica Unitel.

“Y lo que ha hecho el ministerio de Economía de Luis Arce y de Evo Morales, el mismo ministro que era presidente, era hablar con el BCB para que cada vez les ampliaran más el periodo de gracia y nunca apareciera esta empresa como si tuviera mora. Eso no va a pasar más”, sostuvo Linares, quien dijo que “cinco empresas están en quiebra técnica”.

Según un cuadro que mostró Lupo, además de Easba y Quipus figuran la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), Yacana y Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB).

“Vamos a ver quiénes han sido los responsables y lo haremos a través de la Oficina Técnica del Fortalecimiento a la Empresa Pública que está a cargo de Pablo Camacho que en estos días a empezado a trabajar”, dijo Linares.

En ese marco, se refirió a los datos de EASBA, que tuvo “históricamente 13 años de periodos de gracia”. Puntualizó que cuando nació ya tenía cinco años de gracia y, “como los números no cuadraban, le dieron ocho más”.

“Nunca pagó la deuda. Esa es EASBA y de esas tenemos otras tantas”, dijo.

Mencionó Quipus, que “nació para acompañar las grandes entregas que hacía Evo Morales en su momento”. “Somos el único país en la región que ha querido competir con la tecnología china”, dijo.