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- 2025-01-04
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El año 2024 cerró con 182 vulneraciones a la libertad de expresión (33) y a la libertad de prensa (149). Agresiones físicas, despojo de equipos, hostigamiento y amenazas, negación de acceso a la información, violación del secreto de fuente, judicialización del trabajo periodístico, entre otros, fueron las formas con las que se intentó acallar a la prensa, dice una nota de prensa emitido por la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB).
Añade que el escenario político fue el terreno más hostil para el ejercicio del periodismo. De la polarización que durante años enfrentó a oficialismo y a oposición, se pasó a la pugna interna en el Movimiento al Socialismo (MAS) que incrementó la conflictividad y expuso a periodistas a agresiones, retenciones e incluso amenazas contra su vida.
La falta de protección estatal no sólo dificultó la tarea de informar, también permitió que la escalada de violencia se torne en extremo peligrosa: “Quémenlos vivos” fue la orden que circuló en medio del prolongado bloqueo de carreteras liderado por Evo Morales, mientras el gobierno, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía guardaban un silencio cómplice.
El 2024 fue otro año más marcado por la violencia y la impunidad. No fueron escuchadas las denuncias de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia y las nueve asociaciones departamentales de periodistas del país, para que el Estado investigue todos los casos de vulneración a la libertad de prensa, identifique a los responsables y garantice reparación y justicia para periodistas y trabajadores de la prensa víctimas de la escalada de violencia. A tres años del caso Las Londras no hay reparación ni justicia para los periodistas agredidos, secuestrados y amenazados de muerte.
"En el balance, consideramos que existe un patrón de violencia sistemática que afecta gravemente la libertad de prensa en Bolivia y que se ha extendido desde los organismos del Estado hasta algunos partidos y algunas organizaciones sociales que se han vuelto hostiles al trabajo de la prensa e incluso han incurrido en violencia y amenazas. La situación de riesgo y violencia ha sido advertida por entidades de derechos humanos y se refleja en el ranking mundial de libertad de prensa que nos sitúa en el sitio 124 de 180 países evaluados", dice la nota.
Precisamente por esta situación extrema iniciamos el 2025, año de conmemoración del centenario de la Ley de Imprenta, reafirmando el valor de esta norma que regula el ejercicio periodístico y garantiza las libertades de pensamiento y expresión y el derecho a la información, establece la prohibición de la censura previa, la inviolabilidad del secreto de fuente, el derecho de criticar a los poderes, y la prohibición total de la clausura de medios, entre otros mandatos que garantizan la libertad de expresión y de prensa.
La ANPB dice que su compromiso con la verdad y la defensa del derecho a la información como pilar fundamental de la democracia es inclaudicable, porque ¡No hay democracia sin libertad de prensa!