Domingo 26 de enero 2025

Economía rechaza calificación de Fitch Ratings que reduce calificación de Bolivia debido a la falta de divisas



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El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas rechazó la calificación de Fitch Ratings que ha rebajado otra vez la calificación crediticia de Bolivia, debido a factores como la falta de divisas y la ausencia de medidas correctivas de política económica y fiscal.

Economía dice que es un análisis limitado y reduccionista, y le recordó que cumple con sus obligaciones de deuda externa, lo que contradice sus proyecciones “pesimistas” que “generan incertidumbre innecesaria”.

La calificación de Bolivia bajó de categoría "CCC" a "CCC-". Una calificación de "CCC" implica que otorgar crédito al país significa un riesgo sustancial para los financiadores.

“Centrar la evaluación de la economía boliviana únicamente en los niveles de Reservas Internacionales Netas (RIN) omite la complejidad de un sistema económico dinámico”, afirmó el Ministerio.

La economía de un país no puede ser valorada adecuadamente sin considerar de manera integral indicadores clave, como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el desempeño del sistema financiero, la inversión, el cumplimiento de la deuda externa, el empleo, la pobreza, entre otras variables, explicó.

En ese tema de la deuda, Fitch precisó que Bolivia siga cumpliendo con los pagos de cupones previstos para 2025 (de $us110 millones en eurobonos), pero en 2026 enfrentará un desafío mayor porque el monto a pagar es mayor ($us333 millones) en un contexto de baja liquidez.

Fitch observó además factores como la escasez de combustible, los bloqueos de carreteras y el malestar social registrados en 2024. A eso se suman las tensiones políticas por las elecciones de 2025.

Según la calificadora, Bolivia tiene riesgos crecientes para la macroeconomía, debido al déficit fiscal y la aceleración inflacionaria.

Economía dice que Bolivia ha demostrado resultados sólidos, prueba de ello es que, a pesar de las adversidades, la economía boliviana creció un 3,1% en 2023 y un 2,6% al segundo trimestre de 2024. Además, alcanzó una tasa de desempleo históricamente baja del 3,4% a junio de 2024, estableció.

A partir de la promulgación de la Ley del Oro, las RIN se han estabilizado. Al 31 de diciembre de 2024, registraron un saldo de $us 1.976 millones, cifra superior en $us 267 millones a la del cierre de 2023, y se prevé que las compras de oro se incrementen en 2025.

“Los problemas de liquidez de divisas fueron agravados por el bloqueo legislativo a créditos externos por $us 1.667 millones, la especulación cambiaria y, en el plano estructural, por la reducción en la producción y de las exportaciones de gas. Esta situación se debe a la falta de inversión en exploración durante los gobiernos anteriores, lo que mermó el ingreso de divisas al país”, aseguró.

Asimismo, recordó que en 2024 Bolivia tuvo que sopesar bloqueos prolongados, especialmente en Cochabamba: el primero de 16 días entre enero y febrero, y de 24 días entre octubre y noviembre. Estos bloqueos generaron una pérdida aproximada de más de $us 3.000 millones y un aumento en la inflación.

Pese al contexto adverso, el país ha honrado sus obligaciones de deuda externa, lo que contradice las proyecciones pesimistas de Fitch, que “generan incertidumbre innecesaria”.

“Es necesario considerar que el actual entorno global presenta factores externos que afectan la estabilidad económica de numerosos países, incluidos fenómenos climáticos extremos y presiones inflacionarias generalizadas. Bolivia, al igual que otras economías, enfrenta los efectos del aumento de precios globales, la desaceleración económica mundial y las tensiones geopolíticas”, enfatizó.

Fitch advirtió que la calificación podría empeorar de no implementar un ajuste de política macroeconómica y fiscal consistente con la reconstrucción de reservas y un camino sostenible para las finanzas públicas.

Indicó que una medida para mejorar la calificación es consolidar un programa de ajuste macroeconómico, que apoye la estabilización. Además, sugirió reducir las presiones de cuenta corriente y acceder a financiamiento externo para reconstruir las reservas.

No obstante, Economía aseguró que el Gobierno adoptó medidas para garantizar el abastecimiento interno de carburantes y mantener la estabilidad en sectores estratégicos. También se impulsan políticas como la sustitución de importaciones, la seguridad alimentaria, la producción diversificada, y la explotación y exploración de recursos naturales con soberanía en toda la cadena productiva, que permitan revertir los bajos niveles de las exportaciones.

Ante la tendencia a la baja en la producción de gas, el actual Gobierno Nacional tomó acciones y, desde 2021, está implementando el Plan de Reactivación del Upstream (PRU) con 56 proyectos para reponer las reservas de hidrocarburos, aumentar la producción de gas y petróleo, promover el desarrollo del país y asegurar la estabilidad energética.

Se prevé, asimismo, la consolidación de más de 170 plantas que serán la esencia de la industrialización e integrarán un aparato productivo que permitirá al país reducir la dependencia de productos extranjeros en al menos $us 1.300 millones anuales, además de otros proyectos estratégicos para la obtención de nuevos ingresos.


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